martes, 10 de noviembre de 2020

  1.  

Nunca fui el primero
pero siempre alcancé la meta


Prólogo


Dar la bienvenida a un nuevo libro siempre es un motivo de satisfacción. Si, además, éste es de temática periodística mayor es esta. Pero si encima es de un amigo y un gran profesional de dilatada carrera, más si cabe el orgullo y la complacencia.
Todos los que el algún momento nos hemos dedicado a la noble tarea de contar lo que pasa en el mundo o en tu pequeña localidad a través de los medios de comunicación, sabemos de la infinidad de problemas y trabas que te puedes encontrar en este trabajo. Problemas para discernir entre la realidad lo que es noticia, dificultades para poder publicar lo que tú crees importante. Como decía George Orwell, periodismo es publicar lo que alguien quiere que no publiques. Todo lo demás son relaciones públicas. Por eso el periodismo es grande.
A Francisco Gutiérrez lo conocí cuando llegó, ya en plena madurez profesional, a la emisora municipal Radio Culleredo. Un periodista que ya había saboreado las mieles del éxito desde muy joven en medios históricos como Radio Cadena Española o Radio Coruña Ser. Su llegada a la emisora local de Culleredo , lejos de lo que algunos pudieran pensar, no respondía a el deseo de un viejo periodista, de los de antes, de buscar un retiro cómodo para sus últimos años de profesión a la espera de una merecida jubilación. Fran llegó con el ímpetu de un ambicioso becario dispuesto a comerse el mundo y colaborar intensamente con los jóvenes profesionales de su nueva casa aportando experiencia, conocimientos y muchas ganas.
Los que no conocíamos la biografía profesional del nuevo compañero de ondas poco podíamos imaginar que aquel señor de voz profunda había trabajado en una emisora que sólo conocíamos por referencias, con cierto halo de romanticismo, y por los que amamos este medio con alguna envidia por un tiempo pasado en el que la radio era una profesión artesanal.
En aquella emisora ubicada en el histórico edificio de la Terraza condujo programas como” La Ballenísima alegrísima con los payasos Pim, Pam y Pom” que con Santiago Vilariño y José Luis Naya hacían las mañanas de los domingos más alegres a los niños coruñeses. La Ballena Alegre que sirvió, según tiene manifestado, de enlace para despertar una pasión que estaba oculta y que no era otra que la radio.
Otros éxitos de Francisco Gutiérrez fueron programas como” Desfile de Estrellas”, con Emilio Díaz;  ”La antorcha cambia de mano”, con Carlos Cortón y José María Comesaña; así como “Hermana Radio”.
 Allí compartió micrófonos con profesionales como Ananda Español, Paquita Cristóbal, Carlos Julio Beceiro, Mary Carmen Deus, Carlos Cortón, Antón Luaces y Santiago Vilariño que le  inculcaron un amor a la radio sin precedentes y  que muchos desde Radio Culleredo pudimos comprobar años más tarde.
 Probablemente no éramos conscientes que aquel señor que presentaba las noticias desde las instalaciones del Portádego había compartido en los años setenta mesa y micrófono con monstruos de la radio como Boby Deglané o artistas de la talla de Julio Iglesias, Rocio Durcal, Los payasos de la Tele: Gaby, Fofó, Miliki y un jovencísimo Milikito, María Dolores Pradera o Nidia Caro.
Francisco Gutiérrez es historia de la radio. Se ha ganado un sitio entre los grandes de la radiodifusión y lo ha hecho en un tiempo donde la información era un bien muy preciado para los oyentes, por lo que había que elaborarla con la precisión y dedicación de un orfebre. En la actualidad el hombre contemporáneo es asaltado a cada segundo por infinidad de datos, opiniones, rumores, contenidos… que hace difícil la tarea de hallar las buenas fuentes informativas.
Como bien afirma Juan Antonio García Galindo, Decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga, la vigencia de la radio no se cuestiona hoy día, por el contrario se ve fortalecida en el actual sistema mediático, y tiene ante sí un futuro prometedor. La radio sigue siendo además un medio con un elevado índice de credibilidad, que la hace imprescindible como fuente informativa, sobre todo cuando se trata de cubrir acontecimientos in situ.

Fran, así mismo, viene desarrollando una intensa labor en otros aspectos de la comunicación, como la que realiza en el campo publicitario desde su agencia Candame Publicidad; y en el periodismo escrito, con el magnífico trabajo que realiza en la revista Todo Deporte .

También es de destacar su importante colaboración en el proceso de realización del documental "O tren que me leva" presentado en septiembre de 2013 en el Teatro Jofre de Ferrol en el que se narra la vida musical y familiar de Andrés Do Barro donde intervienen, entre otros, Joaquín Luque, Pepe Domingo Castaño, Nonito Pereira, Xavier Alcalá, José Arance, Xoan Rubia, José Ramón Pardo, Moncho Lemos, Concha Velasco, Mariano Ozores, Manuel Torreiglesias…
O tren que me leva, está dirigido por Anxo Fernández y contó con el asesoramiento de Nonito Pereira.

La  colaboración de Francisco Gutiérrez  se centró  en las canciones póstumas de Andrés Do Barro que le llegaron por mediación de José Arance y que digitalizó en su estudio de grabación. Estos temas permanecieron guardados hasta la grabación de este documental que fue cuando se le entregaron a la familia del músico gallego.

Un excepcional trabajo de documentación musical que sirvió para poner en valor la figura del magnífico autor gallego.

No quería finalizar sin hacer referencia a un aspecto de la vida de Francisco Gutiérrez que  quizás sea  la más desconocida para el público y seguramente muchos de los que compartieron y comparte profesión: su labor poética.

Para poder entender a un periodista metido a poeta creo que es importante meditar un momento en la diferencia entre la prosa y la poesía que reside, según Borges, en el lector, no en el texto: «Ante una página en prosa el lector espera noticias, información, razonamientos; en cambio, el que lee una página en verso sabe que tiene que emocionarse. En el texto no hay ninguna diferencia, pero en el lector sí, porque la actitud del lector es distinta».

Fran en su poesía busca esa nueva mirada de sus lectores, o de sus oyentes; busca turbar, desconcertar con un nuevo registro.
Tengo definido la poesía como la grafía de la emoción y es en este universo, el  de los sentimientos, en donde es quien de abrir sus  carnes y exponerse sin reparo, en el que  Gutiérrez se mueve a través de sus versos.

Francisco Gutiérrez publica en el año 1992, en cuidada edición, un poemario bajo el título “Con el viento del Norte” donde en diálogo con  su hija, su madre y  esposa desgrana un conjunto de versos de una lírica apasionada, trascendente, donde el hombre duro y bohemio conversa en libertad  y  soledad con su yo más poético.

En el corazón de este hombre tuyo sólo hay soledad
que navega por tu cuerpo frágil con fuerza  y poderío.
Yo soy el patrón, hecho rudo, por el silencio del tiempo
Y en cierto modo hábil. Como amante, siempre atento.


Como podemos ver,  en su fecunda actividad intelectual y profesional,  Francisco se acerca con éxito y entrega al periodismo radiofónico, prensa escrita, fotografía, literatura…a todo con la pasión, profesionalidad  y dedicación del que en verdad ama su trabajo entendido como vocación. Decía, acertadamente, el escritor francés Jacques H. de la Lacretelle que la radio marca los minutos de la vida; el periódico, las horas; el libro, los días". Fran fue minutando su vida y la de los demás a través de una carrera periodística ejemplar, un espejo al que las nuevas generaciones de comunicadores deben mirarse.

Felicitar a Francisco Gutiérrez por esta obra y desearle que continúe cosechando éxitos en esta nueva etapa de su vida.



MAYO 2018



EL GRAN MUSICAL




Mi amigo coruñés FRAN GUTIÉRREZ me pide una colaboración sobre EL GRAN MUSICAL para un libro que está escribiendo sobre las noticias de su vida. Y, como yo también ando metido en faenas autobiográficas, he pensado que lo mejor sería ofrecerle, en exclusiva, uno de los capítulos de ese posible libro, en el que la radio,  EL GRAN MUSICAL y la vida caminan junto por el recuerdo de unos años inolvidables para mí y para él.



Pepe Domingo Castaño, extraordinario  locutor y animador de radio




CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO

… Y LLEGÓ “EL GRAN MUSICAL”¡¡¡


Habían pasado casi cinco años desde aquella llamada del Director General de la SER y mi fracasado  viaje a Santiago en busca de perdón. Cinco años que habían valido la pena, porque me sirvieron para aumentar la esperanza del regreso a la Gran Vía que estaba pisando, otra vez, pero en esta ocasión con la frente bien alta y la confirmación de que, como decía mi paisano Camilo José Cela, el que resiste gana. Me esperaba nada más y nada menos que mi ídolo de aquellas mañanas domingueras de radio en Padrón, el gran Tomás Martín Blanco, convertido ahora en gran jefe de la cadena SER. Era la voz que me acompañó en mis años de juventud, cuando la música era la esencia de mi vida. Tomás había bautizado a Los Bravos, había lanzado a Joan Manuel Serrat, a Los Brincos, a María Ostiz… Todos esos recuerdos subieron conmigo en el ascensor que me llevó a la planta novena de Gran Vía 32. Era un despacho grande y luminoso. Entraba el sol espléndido de Madrid por un enorme ventanal que daba a la calle de mis sueños. Junto a Tomás,  estaba su inseparable Rafael Revert, de barba corta, mirada tierna y gesto amistoso. Formaban un binomio irrepetible en la historia de la música española. Juntos habían creado El Gran Musical y lo convirtieron en el programa líder de la mañana de los domingos. Sin embargo, el paso de los años había hecho mella también en su gran idea y el éxito se fue diluyendo hasta culminar con la desaparición de un espacio radiofónico que había sido santo y seña de toda una generación. Admiraba a aquellas dos personas y estar frente a ellas significaba para mí la culminación de mi gran aventura personal y profesional.

Cuando me preguntaron qué quería hacer en mi regreso a la SER y les animé a recuperar EL GRAN MUSICAL, se miraron a los ojos Tomás y Rafael y en ese instante comprendí que mi idea les había subyugado. Era repetir el éxito de un programa espectacular que ellos habían protagonizado. Pasamos rápidamente a los detalles. Junto a mí, estaría Joaquín Luqui, el increíble Joaquín Luqui, un personaje excepcional, que había hecho de la música la razón de su vida. Contar con Luqui era contar con la vanguardia, con el último grito, con la personalidad singular de un hombre que había llegado de Navarra con las alforjas llenas de canciones y se había hecho dueño de los 40 principales presentando a su manera los discos del momento. Luqui sería el seleccionador de contenidos musicales y la primera media hora la haríamos al alimón, cada uno con su estilo. La otra media hora sería para la actuación de un cantante o grupo de los mejores del momento. Anunciaríamos el comienzo del programa a bombo y platillo, para alertar a los fans y provocar un estallido popular. Todo fue muy rápido. Rafael Revert se ofreció a dirigir la idea y a trabajar en ella, para encontrar una discoteca en la que montar todo aquel tinglado y elegir los nombres de los primeros artistas invitados. Todos nos sentimos muy felices de volver a poner en pie El Gran Musical, siguiendo las directrices marcadas por ellos en sus años de gloria. Las mañanas de los domingos volverían a ser unas mañanas llenas de música y de felicidad radiofónica. Tomás estaba entusiasmado,  tenía en su despacho a un joven de 31 años que había despertado del letargo musical a una cadena de radio que necesitaba una inyección de juventud y osadía para recuperar un lugar en la cumbre de las audiencias. Me abrazó con abrazo de cariño y agradecimiento.

El Gran Musical comenzó con buen pie. Elegimos la discoteca Cassete, que estaba en la calle Hilarión Eslava. Convocamos a los oyentes con una selección de cuñas locas y provocativas, que serían luego una de nuestras señas de identidad. Se colapsó la Gran Vía para la recogida de entradas. Aquella era una señal inequívoca de que habíamos acertado al poner en marcha aquella idea. El primer invitado fue Víctor Manuel, que entonces estaba en la cúspide de su popularidad. La discoteca se llenó. El ambiente era de día grande. Con Joaquín Luqui como compañero de fatigas, iniciamos una nueva etapa de El Gran Musical que iba a durar muchos años a pleno rendimiento. Disfrutamos como nunca aquella mañana de domingo, rodeados de fans, que gritaban y coreaban las canciones que íbamos presentado. Los anuncios eran, también, parte importante del espectáculo. Comenzamos con Málaga Virgen. Tenían un jingle cantado que querían hacer popular. Y pensamos que la mejor manera de conseguirlo era pidiéndole a la gente que lo compartiese con nosotros. Era una locura escuchar a más de 500 personas cantar aquello de “Málaga virgen, en tu copa, el sabor de la amistad”. Con aquel jingle me di cuenta de que había nacido la publicidad coral, que unos años más tarde se consagraría definitivamente en Carrusel Deportivo. Pero antes tenían que ocurrir todavía muchas cosas.

--Pepe Domingo, soy Tomás Martín Blanco. Te llamo para darte una gran noticia. Te acaban de conceder el Premio Ondas por El Gran Musical. Enhorabuena.

Había sonado el teléfono en la mitad de la tarde. Las palabras de Tomás me produjeron un estallido imparable de euforia. Cuando luchas por algo y en esa lucha tienes que poner a prueba tu capacidad de aguante y de paciencia, siempre esperas que la vida te compense de alguna manera. Mis cinco años en Radio Centro, mis vaivenes en televisión, la llamada de la SER, mi apuesta por la recuperación de El Gran Musical, la revolución de “Cita a las tres con tres”, las tremendas palabras de aquel Director de Radio Galicia, mi viaje de regreso a Madrid con el orgullo destrozado, el ir y venir de emisora en emisora haciendo méritos para conseguir una oportunidad, las largas horas de grabaciones para la Once que me ayudaron a no morirme de hambre, las noches muertas en una pensión compartida bebiendo esperanza y futuro con Sixto y con Javier, el viaje a Madrid en el tren de la lluvia, todo lo daba por bien empleado cuando escuché la voz emocionada de Tomás al otro lado del teléfono de la tarde. El premio Ondas es el premio al que aspiramos, por lo menos una vez en la vida, todos los que nos dedicamos a la radio, es algo así como la confirmación de que lo has conseguido. Habían pasado ocho años desde mi llegada a Madrid. Por fin, iba a tener en mi poder la estatuilla soñada, que era como el Oscar de la radio. La tarde se convirtió en un torbellino de llamadas. Todas las emisoras querían saber algo más de mi historia. En la SER hicieron un programa especial y estuve en directo contestando a todas las preguntas de la audiencia. Tuve que contar mi vida y mi peripecia profesional varias veces a distintos públicos. El premio Ondas tenía una trascendencia brutal en todos los medios. Y que lo consiguiera por un programa musical le añadía un poco más de morbo al premio. Aquella noche, cuando llegué a mi casa de soltero convencido  -- llevaba varios años separado de María Luisa -- y disfruté de la soledad de mi apartamento en silencio, me acordé de mi padre, que no había podido sentir lo que sentía yo en aquel momento. Mi padre se había ido en el año 1968 cuando aún no le había dado tiempo a vivir  todo lo que merecía. Pensé en mi madre, que a estas horas sería la madre más orgullosa del mundo. Esa tarde, cuando hablé con ella, rompí a llorar con un niño porque sabía lo que este premio significaba para ella y para toda la familia. Pensé en mis hermanos, todos como una piña siempre para empujar mis ilusiones un poco más allá. En mis compañeros de trabajo, sin cuya colaboración sería imposible llegar a donde había llegado. En Tomás M. Blanco y Rafael Revert, que hicieron suyos mis deseos de recuperar El Gran Musical. Había sido un día agotador y me dormí profundamente con el premio Ondas encendido en las cuatro esquinitas de mi cama. En la calle, ya estaba el otoño jugando con las hojas y  el calendario de la vida había puesto un año más en mis ojos de radio.

PEPE DOMINGO CASTAÑO.




Hermosa aportación de mi amigo y compañero PEPE DOMINGO CASTAÑO para dar vida propia a estos relatos de recuerdos musicales que sirvieron para engrandecer, aún más, la radio musical en una etapa importante en el inicio de mi carrera profesional y que sirvió como engranaje del conocimiento de la radio en una versión diferente y con estilo propio.



Conocí a Pepe Domingo Castaño cuando la música y la radio se unían en mi vida. Estar a su lado significó tener como maestro al hombre del estilo propio que le da y le pone su sello correcto a cada momento radiofónico. 


Con Pepe Domingo antes del inicio de El Gran Musical

El Gran Musical hacía que cada mañana del domingo fuese diferente en Madrid. La radio salía del estudio y se iba de discoteca. Se rompían todos los moldes. Un festival musical a las 12 de la mañana en una discoteca sonaba, iba a decir que sonaba raro, pero la verdad es que era una delicia escuchar aquel sonido en directo y a través de cualquier emisora de la SER.

Allí, al lado de Pepe Domingo Castaño observaba cada movimiento, cada sonido, cada gesto... Rafael Revert al frente de todo dominaba el cotarro con maestría exquisita. Por su parte, Joaquín Luqui se convertía en la revolución musical del momento y Pepe Domingo Castaño agitaba con gran desparpajo un programa hecho para dar vida a las mañanas radiofónicas de los domingos.

Allí aprendí a ver y a hacer una radio ágil y diferente. La radio en directo y cara al público amotinaba a miles y miles de jóvenes que tenían la posibilidad de ver en vivo a las grandes figuras que marcaban el panorama musical de la época.

En medio de un maremágnum de cables y de personas arrancaba Pepe Domingo su saludo a una multitud enardecida y con ganas de ver muy de cerca a los ídolos del momento. Además de contar con los grades de la música, El Gran Musical era una plataforma para los nuevos artistas que llegaban esperanzados a presentar en público sus trabajos discográficos.

El regreso de El Gran Musical sirvió como un estilo nuevo de manifestación del inconformismo rebelde de una juventud llena de inquietudes. Era el tiempo de la denuncia social a través de la música, a los que se les calificaba como cantantes protesta y que hoy se les denomina cantautores. En esa etapa de El Gran Musical desfilaron jóvenes que comenzaban a despuntar como Víctor Manuel, Paco Ibáñez, Manolo Díaz, Paxi Andión, Pablo Guerrero, Ricardo Cantalapiedra, Joaquín Díaz, Nuestro Pequeño Mundo, Massiel, Joan Manuel Serrat, Luis Eduardo Aute...

Recuerdo la mesa de Joaquín Luqui siempre a rebosar de periódicos de El Gran Musical y discos. Su cabeza, desmelenada y despeinada, sobresalía entre la montaña de papeles amarillentos. Es una imagen que, como decía Javier Goñi en un artículo publicado en El Mundo, "forma parte del paisaje de la SER".

Lo importante para mí era observar la agilidad y el ritmo de la radio en directo y lejos de los estudios de la Gran Vía madrileña.




Con Pepe Domingo Castaño en los estudios de Radio Madrid

La templanza de Revert, la calma de Luqui y la vitalidad de Castaño sirvieron como acicate para el arranque de mi carrera radiofónica. A su lado experimenté la capacidad de reacción a la improvisación cuando, sobre la marcha, surgía algún que otro problema durante el programa.

Sin titubeo alguno, Camilo Sexto era un ídolo de masas que allí a donde iba se montaba el espectáculo. Anunciada su presencia en los estudios de radio Madrid, la Gran Vía estuvo colapsada por lagran multitud de fans que acudieron hasta allí para vitorear a su ídolo, que al día siguiente sería la estrella de El Gran Musical. 


Con Camilo Sexto antes de su actuación en el programa.

De forma especial recuerdo un domingo de El Gran Musical en el anfiteatro del Parque de Atracciones de Madrid con Ramocín como estrella principal. Era un personaje hecho a sí mismo, que cuando se subía al escenario lo hacía con un descaro de macarra marginado entre el rugir de una música rabiosa que agitaba escandalosamente a unos seguidores inconformistas y temperamentales que disfrutaban lanzando huevos al escenario.

En los instantes previos al arranque del programa se solicitaba por la megafonía que se abstuviesen de lanzar nada al escenario. Fue una quimera. Comenzó el programa con normalidad con la presentación de las novedades discográficas de la semana y el repaso a los éxitos musicales del programa. Después, Pepe Domingo Castaño anunciaba la actuación de Ramoncín que se presenta en el escenario envuelto en cuero, gafas de sol y con el ojo derecho pintado en rombo. Desde ese instante, comenzó a arreciar una lluvia de huevos impresionante, que hacía casi imposible estar en el escenario, hasta el punto de que Ramoncín es retirado hacia bambalinas. Joaquín Luqui observaba sin pestañear desde un lateral del escenario y Rafael Rever no quitaba ojo sobre el panorama que ya se preveía. ¿Quién se atreve a salir al escenario a pedir calma? No podía ser otro, allí estaba Castaño, valor y palabra, pidiendo serenidad para no tener que suprimir la actuación. ¡Increíble!, la calma se hizo y el programa continuó sin más problemas.

Ese día viví una gran experiencia que permanece presente en mí y que me sirvió de lección magistral para valorar la importancia y el respeto que tiene la palabra cuando estás detrás de un micrófono.

Sin duda alguna El Gran Musical se convirtió en la historia de infinidad de canciones que lograron la popularidad, así como las modas de inconformismo e insolencia.

Era la época dorada del mercado discográfico español que se renovaba con la compra de tocadiscos para reproducir los discos de vinilo y de forma especial los de 45 revoluciones por minuto, que se habían convertido en un objeto de uso diario para la juventud de ese momento. Por ello, la radio se convirtió en el mejor vehículo para su difusión con Tomás Martín Blanco como locutor y Rafael Revert como productor, que fue el inventor de Los 40 Principales, que ya tratamos en otro capítulo.

Poco después, Pepe Domingo Castaño, como ya cuenta en su aportación al inicio de  este capítulo, se convirtió en el conductor más emblemático y con mayor carisma de todos los que presentaron El Gran Musical.

Cada domingo, durante más de treinta años, este programa difundía todas las novedades discográficas y, como parte importante del programa, una actuación en directo.

Otra de las actuaciones, que recuerdo por culpa de la censura (moral y política) de la época, fue en la Discoteca Consulado con la actuación de Hilario Camacho. Aún existía la censura y las letras de las canciones que iba a interpretar en directo no pasaron la reprobación, por lo que se decidió escuchar las canciones del disco (que se grabara con la previa rectificación exigida por la censura) con Hilario sentado en el escenario. 



Los preciados trofeos conmemorativos de El Gran Musical tenían un diseño propio muy original


Ya en La Coruña, me encargaba de enviar al periódico El Gran Musical, que dirigía Rafael Revert, todo el acontecer musical en Galicia y de forma especial en La Coruña, que era mucho y abundante. 

                  Portada de El Gran Musical

El Palacio de los Deportes de Riazor acogía más conciertos que actividad deportiva, por lo que yo le llamaba "el Palacio de la Música".

Grandes conciertos musicales por los que pasaron las principales figuras, tanto nacionales como internacionales. Memorable fue el concierto del cantante galés, Tom Jones. Sin olvidarme de Demis Roussos, José Luís Rodriguez "El Puma", Ramones y Tina Turner que también mostraron su gran hacer musical sobre el escenario instalado en el Palacio de los Deportes de Riazor. 

Con Tom Jones, después de su concierto en el Palacio de los Deportes.

Tina Turner fue la cantante que levantó más expectación. El gran interés despertado por la diva estadounidense hizo que las entradas, que costaban unas 4.000 pesetas, se agotasen de forma inmediata. Por ello, ofreció un segundo concierto al día siguiente, en el que volvió a vender todo el papel. En total cerca de 9.000 espectadores en cada concierto.

Año 1974, con Nydia Caro, flamante triunfadora del Festival de la OTI con la canción “Hoy canto por cantar”

En referencia a cantantes españoles, recuerdo de forma especial a Juan Pardo, Luis Eduardo Aute, Víctor Manuel y Ana Belén, Hombres G, Joan Manuel Serrat, Rocío Jurado, Miguel Bosé, Nydia Caro, María Dolores Pradera, Paco de Lucía y un largo etc.

LOS 40 PRINCIPALES



Rafael Revert, creador y director de la cadena 40 Principales

Todo empezó en el año 1966, cuando se acababa de crear, por el ministerio, la frecuencia modulada que al principio suponía un gasto para todas las emisoras, que tenían que emitir sin ningún beneficio. 

En radio Madrid la emisión se hacía a base de música clásica y música interpretada por grandes orquestas. Entonces yo estaba trabajando en varios programas y especialmente en “el gran musical con Tomás Martín blanco. 

Una tarde el director de la FM de radio Madrid me pilló por un pasillo y me dijo:” oye chaval, me vas a hacer un programa para los YEYES en la FM”. Me pareció estupendo y me senté corriendo frente a una máquina para escribir el primer guión, que había que presentarlo en la censura. Como yo era el corresponsal de “Billboard” en España y estaba familiarizado con el “American top 40”, hice una traducción muy “sui generis” y le saqué “los 40 principales”, que era un titulo que no me gustaba mucho, pero que se quedó. 

El primer número uno fue el “Monday Monday” de The Mamas’s and the Papa’s. Sólo se hacían dos horas diarias, por las tardes de lunes a viernes. El primer locutor, que no disc-jockey, fue Ángel Carbajo, una gran voz pero no interesado en la música. Luego me vino Inma Codina, que era más joven y lo hacía mejor. Pero la que para mí fue la primera disc-jockey fue Olimpia Torres, que era una chiquita joven con ganas de aprender y de mejorar cada día. La tuve muy “machacada”, porque la llamaba a cada momento, para decirle una manera de mejorar algún detalle. 

Poco a poco conseguimos crear un sonido personal que identificaba a “Los 40” y que los identificó durante muchísimos años. Poco a poco fuimos ganando horas en Radio Madrid FM, y  emitir todos los días de la semana. Lo único que quedó fuera de nuestra música, era el programa que hacia mi buen y culto amigo Carlos Gómez Amat, todos los días a las 22’00 con lo mejor de la música clásica, y que estuvo muchísimos años en la antena. Poco a poco empezaron a sumarse otras emisoras, y como no había cadena, les enviaba cada semana la nueva lista con los discos que entraban nuevos en ella. 

Para hacer la lista empecé con el sistema de trabajar con los disc-jockeys y escuchar con ellos los discos nuevos que teníamos para decidir cuáles poníamos más veces y cuales menos. Entonces empezó una época nueva de hacer las votaciones para los números uno los sábados por la tarde en cadena, pero en la cadena de onda media, que es la que existía. 

Se recogían las llamadas en las emisoras y luego se pasaban a las votaciones de las cadenas regionales. Los portavoces de las cadenas regionales daban los votos de su zona en un programa en cadena ser que llevaba el buen Joaquín Prat. Así se decidía el número uno cada semana. Todo hasta que nos dimos cuenta de que las compañías de discos hacían cientos de llamadas a todas las emisoras votando por sus discos. Se suprimió el sistema y comenzaron las famosas reuniones de los martes por la mañana a la que acudían todos los disc-jockeys que podían, y siempre por lo menos unos diez o doce responsables de nuestras emisoras de “los 40”. Este sistema era buenísimo, porque se discutía lo que valía y lo que no valía, y opinaban gentes de toda España y de toda condición, con lo que el abanico de opiniones era muy bueno y muy variado. Decidíamos los discos que íbamos a trabajar, los que seguían y los números uno, tras muchas discusiones, pero al final íbamos todos al unísono a hacer éxitos.

 Llega 1985 y la SER es comprada por el grupo Prisa, y viene Eugenio Galdón de director, y se entusiasma con “Los 40”, y consigo convencerle de que necesitamos cadena. Y se monta vía satélite una cadena que nos tiene unidos las 24 horas del día, aunque naturalmente las emisoras seguían haciendo sus horas de local, que necesitaban. Tuvimos que aprender todos a manejar los ordenadores, los codificadores y los decodificadores. La audiencia comenzó a subir vertiginosamente y en 1988 estábamos con más de 5.000.000 de oyentes como  la primera cadena de radio, por encima de todas las cadenas de onda media. 

Todos los meses venia un disc-jockey de una de muestras emisoras a trabajar en la central durante el mes completo. El punto culminante yo creo que fue el 25 aniversario de los “40”. Se celebró simultáneamente en Madrid en el hipódromo y en Barcelona en el campo del Español. Estuvieron actuando todos los artistas importantes de España sin que faltase ninguno, en un escenario o en otro. Lo transmitió Canal + hasta las 4 de la mañana en directo. En Madrid se rompieron los cordones de seguridad por la afluencia de gentes que entraron sin pagar porque no se les podía frenar en las taquillas. Según la guardia civil más de 300.000 personas estuvieron, y en Barcelona el campo estuvo lleno también. Luego yo empecé a pensar en que iba a ser difícil superar esto y creí que era mejor parar y buscar otros horizontes. Me fui a crear la Cadena 100, pero eso es otra historia.
Los 40 Principales junto a El Gran Musical fueron los programas musicales de la radio española que marcaron una época y la pauta para la difusión a gran escala de la música en nuestro país. Los Cuarenta llegaron a ser la lista de éxitos más significativa en la que todos los cantantes y grupos musicales querían estar. Entrar en la lista encarnaba éxito y galas, por ello era una obsesión tanto para las discográficas como para los músicos y cantantes. 


Los 40 Principales en los estudios de Radio Madrid con Camilo Sesto y Rafael Revert


Los comienzos de los 40 Principales fueron en Radio Madrid y se emitían diariamente aunque, en sus inicios, disponían tan solo de dos horas de programación y debido a la gran aceptación llegó a retransmitirse a través de diez emisoras de la Cadena SER.

En La Coruña se emitían los sábados por la tarde a través de Radio Coruña E. A. J.-41, en Onda Media y paulatinamente fue ampliando el horario. Su éxito rompía barreras en el mundo musical con un lenguaje desenfadado y fresco que se coló profundamente en las preferencias juveniles y se llegó a hacer cara al público. 

Los 40 en directo con Pino D´Angiò en la discoteca  Manuel


La Discoteca Manuel en Santa Cristina sirvió de punto de encuentro para ver en directo el programa musical de moda al que se acercaban figuras de la canción que tenían sus éxitos incluidos entre los 40 temas musicales más importantes del país. En el año 1979. la discoteca de Santa Cristina se convertía en la tarde-noche de los viernes en un hervidero de jóvenes que llegaban dispuesto a compartir ritmos musicales con las principales figuras de la canción que ocupaban los primeros puestos de la lista de Los 40 Principales. Algo más de dos horas de programa servían para hacer un repaso a la lista de Los 40 y presentar las novedades musicales del momento y que eran candidatas a entrar en la lista. El programa tenía como colofón la actuación de un cántate de éxito, como Pablo Abraira, Pino D´Angiò, Ramón Riba…


Pablo Abraira fue nº 1 de los 40 principales con “o tú o nada” y “gavilán o paloma”.


Una de las curiosidades de esta etapa era que los números unos se mantenían invariables durante varias semanas. Como dato curioso el artista que estuvo más tiempo en el número uno fue Camilo Sesto con 52 semanas, todo un récord. Era cierto que cada canción que lanzaba en disco se  convertía en un éxito sin precedentes.

Con el nacimiento de las emisoras de Frecuencia Modulada, los 40 principales tuvieron su expansión a nivel nacional. Esta nueva onda de emisión radiofónica tenía mayor calidad que la Onda Media y se convertía en la forma idónea para escuchar música. Radio Coruña fue pionera en la emisión de F.M. haciendo una reforma integral de los estudios de emisión y de grabación. 

Era el año 1985 y los 40 Principales estrenaban en La Coruña nueva onda, nuevos sonidos y nueva emisora. El 91.0 se convertía en la primera emisora musical de la provincia para albergar en un futuro inmediato a la Cadena 40. 

Desde 1987 Los 40 principales se emiten en cadena y vía satélite. La primera cadena musical de España ya tenía identidad propia y sumaba oyentes en grandes cantidades., hasta tal punto, que se convirtió en la cadena de radio más escuchada en España. En pleno auge de los 40 Principales se hizo muy popular el camión escenario que recorría España durante el verano.

Posteriormente nacieron nuevas cadenas que emitían solamente música, como Radio 80 y Radio Minuto, que con el tiempo se fusionaron en una sola cadena denominada M80. Le siguieron cadena Dial, Cadena 100 y un sinfín de emisoras más. Su exponente musical y característico le llevó a que se conocieran popularmente cono radio fórmula. Las radio fórmulas más habituales son las musicales, tanto de música clásica como moderna, y las informativas. Existen también otros modelos de radio fórmula, como pueden ser las dedicadas a temas de salud o religiosos, aunque son menos frecuentes. La televisión ha adoptado también este tipo de formato monotemático con cadenas que emiten información las 24 horas (por ejemplo, CNN), deportes (Teledeporte) o música (Telehit).







La Ballena Alegre


Palabras de agradecimiento a Francisco Gutiérrez son las que quisiera dedicar en las siguientes líneas por haber entreabierto unas páginas de recuerdos indelebles en la vida de mi padre, Santiago Vilariño.

En sus 50 años de dilatada profesión ejercida en las ondas como periodista, si hay un capítulo relevante en su vida es el nacimiento de una criatura radiofónica sensacional y divertida apodada “La Ballena Alegre”, “Ballenísima Alegrísima” y años después, “Ballena Blanca”.

Las ondas gallegas avistan por entonces un nuevo formato lúdico, musical y divertido para todos los públicos, que hacen las delicias de la audiencia coruñesa con sus desternillantes interpretaciones radiofónicas.

En esta travesía inicial que dirige con pasión, le acompañan Francisco Gutiérrez  y José Luis Naya, que se embarcan juntos para acercar la Ballenísima a todos los oyentes cada fin de semana con entusiasmo y devoción. Por ella desfilan los personajes más conocidos de la ciudad como Marisol, la coruñesa Marinita Castaño, Mari Santpere o Bigote Arrocet. Recuerdos de una infancia llena de color, música y diversión entre los que visualizo siempre a mi padre feliz y radiante ante  los micrófonos de Radio Juventud.

Como anécdota personal, aún conservo la guitarra que me había regalado Francisco siendo una niña como seña y símbolo del gusto que tuvo siempre por la música.

Serán aquellos años de la radio, los momentos más entrañables de un programa que hace furor entre los más jóvenes y sus familias.  Los mayores guardan en su retina las innumerables ocasiones en las que disfrutaban la radio en directo y cara al público en los Jardines de Méndez Núñez, entre otros escenarios idílicos.

La Ballena era alegre porque ellos lo son, lo fueron y lo serán siempre que deletrean y recuerdan su nombre. Eso lo sabían transmitir por el receptor y éste es el resultado del éxito de la dedicación en las profesiones y todas las tareas diarias humanas. Así me lo enseña cada día mi padre, gran maestro, que está más cerca de los 80 años y del que puedo presumir de que ha hecho de su vocación juvenil su intensa vida profesional.

Años después de saborear la travesía, como sabios marinos de pelo blanco, sabéis lo que es caminar contra marea con el timón firme.

Hoy, mi querido Fran, has conseguido que nos podamos asomar expectantes a las páginas de este libro para ver que DETRÁS DE LA PALABRAS hay muchas historias deliciosas como ésta que recoges en tu publicación predilecta. 

Con vuestro legado radiofónico hemos recibido la mejor hoja de ruta para alcanzar un buen puerto si le damos a la vida coletazos alegres como los vividos en los tiempos de la Ballena Alegre.

Feliz viaje entre líneas y gracias en nombre de todos los fieles oyentes por esta magnífica, musical y colorida travesía radiofónica.

Chus Vilariño Parrado


Los Payasos de la radio

Década de los 70, con el triunfo en Televisión Española de los payasos de la tele, los famosos Fofó, Miliki y Fofito, surgió la idea de crear los payasos de la Radio.

Con los Payaso de la Tele, Gabi, Miliki, Fofíto y Milikito

Así  nacieron PIM (Santiago Vilariño), PAM (un servidor) y POM (José Luis Naya) a quienes la audiencia podía encontrar cada domingo en el programa "la Ballenísima Alegrísima" que se emitía en directo y cara al público en los estudios de Radio Juventud-La Voz de La Coruña.
    • Los payasos de la Radio, PIM, PAM y POM

Este programa infantil se mantuvo en antena varios años emitiéndose los domingos a las 12 de la mañana con una más que notable afluencia de público infantil que, siempre, venía acompañado de sus familiares adultos. Así se podía observar gran cantidad de personas mayores en los estudios de Radio Juventud. 

La Ballenísima Alegrísima en los estudios de Radio Juventud en el edificio de La Terraza.


Elaborábamos nuestros propios guiones en consenso y con la diversión como nuestra musa. En este proceso creativo, sin duda, destacaba José Luis Naya como alma mater y el producto final era el resultado del trabajo que entre los tres dábamos forma. He aquí un secreto, aunque ensayábamos previamente cada guión, el día de la actuación nos íbamos fuera del mismo con mucha facilidad, por lo que la improvisación se erigía como rama vital para sacar adelante cada actuación. Incluso alguna espontaneidad durante el programa serviría después como  eje central para escribir un nuevo guión. 

                  POM (Santiago Vilariño), PAM (Francisco Gutiérrez) y PIM (José Luis Naya)

La tarea de redactar los guiones no era tan fácil como podría parecer al principio.  De entrada contábamos con un problema añadido, puesto que teníamos que tener muy presente que iban dirigidos al oyente, debido a que en el estudio apenas cabían doscientos niños y el alcance de audiencia era mayor que el del plató. Los chistes tenían que ser todos a base de diálogo, dejando un poco de lado la parodia y la comunicación no verbal, que es lo que muchas veces te salva en escena de un posible fallo. Otra de las dificultades en la redacción de los guiones era que, debido a nuestras ocupaciones profesionales, solo podíamos reunirnos los sábados y domingos después del programa. Era muy complicado dedicarles tiempo durante la semana para prepararlos, por lo que la improvisación de los diálogos estaba a la orden del día.

 El enlace principal era José Luís Naya que tenía una gran capacidad de improvisación, así cuando Santiago Vilariño y yo no sabíamos cómo arrancar la escena por no saber el guión, Naya siempre tenía una salida al tanto con chispa que hacía reír a los niños, momento que aprovechábamos nosotros para echarle una miradita al guión. 

                                                                        Payaso PAM

Los nombres de PIM, PAM y POM están extraídos de la opera Turandot de Puccini. Nos gustó su sonoridad, al mismo tiempo que la facilidad de retención en la memoria, por lo que no dudamos en asignárnoslos. 

Al igual que los payasos profesionales, tocábamos varios instrumentos. Así, POM traía su clarinete, PAM tocaba la guitarra y PIM le sacaba mucho partido a la armónica. Además contábamos con la colaboración de Carlos Cortón al piano y Quique Hervella a la batería.
Habíamos escrito varias canciones propias que tenían mucho éxito entre los niños. Una de ellas destaca especialmente, ya que consistía en ir restando de dos en dos desde el número cien hasta el cero y estaba simpática porque tanto los niños como los payasos se equivocaban muchas veces. Aún así, no nos libramos de la petición de los niños para cantar todas las canciones populares de los Payasos de la Tele como "la gallina turuleta", "Los días de la semana", "Hola, don Pepito", etc.

El programa empezó realizándose  de cara al público en los estudios de la emisora, pero debido a la gran cantidad de niños que iban cada domingo, lo trasladamos a las dependencias de cultura de la Plaza de Pontevedra, en donde hoy están ubicadas oficinas de la Xunta de Galicia. Allí había un gran salón de actos con gran cabida y todos estábamos más cómodos.

                    Salón de actos de las dependencias de cultura de la Plaza de Pontevedra

Aunque los payasos fueron creados para la radio, nos llamaban para que actuásemos en fiestas privadas, de forma especial, en las de empresa por Navidad y por carnavales delante de los empleados y familiares de estos. Como no queríamos actuar fuera de la radio utilizamos el truco de poner un caché alto para que nos dijesen que no, pero no pudimos librarnos, les gustábamos tanto que lo aceptaron. Así que no quedaba otra que escoger las actuaciones que nos parecían mejores y reinvertíamos el caché en material para las actuaciones, y comprábamos juguetes que regalábamos a los niños más necesitados. 

Renovamos los trajes, las pelucas, el material de maquillaje y todos los atrezos necesarios para cada parodia. Así, nuestras actuaciones tenían mayor calidad y mejor puesta en escena. El único problema era que debido a las actuaciones particulares, el programa de radio y las obligaciones de cada uno de nosotros cada fin de semana lo teníamos más ajustado de tiempo.

Los payasos se disolvieron en el año 1976. Uno de los motivos fue mi marcha a la cadena SER y, aunque me fui en el mes de mayo, había llegado a un acuerdo con la dirección de mi nueva emisora que me liberó los domingos para hacer la "Ballenisíma Alegrísima" hasta finales de junio, que era cuando finalizaba el curso escolar y el programa también se tomaba sus vacaciones de verano. 

                          La última actuación de los Payasos de la radio fue en enero de 2005

Después de muchos años nos volvimos a juntar para algún que otro acto benéfico.  La última actuación fue treinta años después de nuestra separación profesional y la hicimos para recaudar fondos para ayudar a los niños del tsunamy. La gala se realizó a beneficio de Unicef y se celebró en el Sporting Club Casino.

Para nuestro último espectáculo recuperamos un guión que tuvimos que actualizar, puesto que se centraba en un "taller de relojería" y no quedaba más remedio que incorporar los relojes inteligentes Smartwatch.

                         

CANDAME PUBLICIDAD





En mi trabajo de comunicación he tenido la suerte de crear y dirigir una empresa de publicidad. Mi experiencia y labor en el departamento de radio me permitía ocuparme de forma más directa a la producción y grabación de cuñas publicitarias.

 

Candame Publicidad se creó en marzo de 1986 y se especializó, en un principio, en la inserción de spots en las distintas emisoras de radio de la ciudad. Así, su primera inversión como empresa para poder cubrir y llevar a cabo todas las tareas de publicidad se centró en el montaje de un estudio de grabación de audio, en donde se realizaban las grabaciones de las cuñas publicitarias.

 

La creación de los textos promocionales me obsesionaba de tal manera que los instituía como algo íntimo pensando en la introducción del spot en la radio y su fuerza difusora.

En cualquier proyecto, sobre todo cuando estás trabajando para promocionar a una empresa o persona, podías encontrarte de que la creatividad, adaptada al gusto del cliente, no era siempre de su agrado. Por ello con Antonio Contreras, gerente de Foto Artús quien me encargó una campaña para promocionar el revelado de los carretes fotográficos. Sin duda pensé y busqué un texto que tuviera sensibilidad en el recuerdo. Así le presenté el siguiente texto:

 

Los recuerdos prevalecen con el tiempo a través de una fotografía.

En Foto Artús revelamos sus fotos al instante, además restauramos sus fotos antiguas con la mejor calidad.

Una foto es un recuerdo para siempre.

Foto Artús, en la vanguardia de la fotografía.

 

Con unas palabras similares, este era el texto que que yo proyectaba para la cuña de radio. Me pareció un contenido que encantaría a todo el mundo y podría captar mucha clientela. Pero parece que la fluidez verbal y la narrativa no estaban en ese momento en la mente del cliente. Tras mi propuesta, Antonio Contreras me indica que debo tomar nota y sin dilación dicta palabras escuetas y directas tales como:

 

Por un revelado en Foto Artús le ofrecemos:

- un carrete nuevo

- una ampliación 18 x 24

- o un conejo vivo.

Foto Artús en Riego de Agua.

 

Mi sorpresa por el resultado tan sobrio ante una primera propuesta creativa y personalizada me cobró un rebote en mi regreso al estudio de grabación y me puse manos al sonido bastante desilusionado para grabar nuevamente la cuña con este texto que no me parecía el más idóneo para regalar al oído del oyente.

Tal era mi disgusto que en plena grabación, cuando finalizaba de leer el texto, a bote pronto me surge una idea tentadora y con boca en el micrófono me dejo llevar por mi espontaneidad para soltar: “EN LA FAUNA DE LA FOTOGRAFÍA; FOTO ATRTÚS”. Este arrebato no me salía de la cabeza y le di vueltas y más vueltas para buscar unas conclusiones positivas que me hicieron comprender que la creatividad no es patrimonio de nadie y es importante compartirla.

 

Así le presenté la cuña y así se emitió a través de la radio. Curiosamente el impacto publicitario tuvo un gran éxito entre la clientela y una gran repercusión en las revistas especializadas, en donde Antonio Contreras posó con un conejo vivo para las portadas de diversas revistas dedicadas al mundo de la fotografía. Como ejemplo la portada de Foto/VENTAS del año 1985, destacando las palabras: "por un revelado: ¡un conejo!

 

Antonio Contreras, gerente de Foto Artús, en la portada de FOTO/VENTAS con un “conejo vivo”

 

El segundo paso de Candame Publicidad fue la rama de la producción y grabación de programas de radio. Al hacer esta ampliación, en acuerdo con Guca Comunicación (mi agencia de noticias y gabinetes de prensa) decido centrarme en el departamento de radio, y ceder la dirección de Candame Publicidad María Jesús Candame, quien asume y desempeña el cargo hasta su jubilación.


La productora de radio realizó diversos espacios radiofónicos que han tenido un notable éxito de audiencia, entre los que destacan: La noche coruñesa y Caminando, que se emitieron a través de las ondas de Radio Coruña SER.

Asentada ya la empresa en la publicidad radiofónica y en la producción de programas, la siguiente expansión se realizó hacia los medios escritos, creando el departamento informático y de diseño gráfico para la confección de los distintos anuncios.

En la última etapa empresarial y en el afán de atención al cliente se realizaron todos los servicios propios de la publicidad, comunicación y relaciones públicas. Es decir, artículos de regalo personalizados para empresas, azafatas de congresos, marketing, buzoneo, panfletos, diseños comerciales, etc.



 

RADIO CORUÑA SER



En el mes de abril de 1976 mi compañero Santiago Vilariño me comunica que la dirección de Radio Coruña le había preguntado por mi disponibilidad. Enterarme de que habían preguntado personalmente por mí fue una sorpresa muy agradable que, al mismo tiempo, me producía una gran inquietud. Mi compañero me animó a mantener conversaciones personales con la dirección de Radio Coruña porque "este es el tren que no puedes dejar escapar".

Tengo una primera entrevista con el jefe de emisiones, que transcurre cordial e interesante para mi futuro profesional. Mi buena relación con Pepe Domingo Castaño y Rafael Revert me anima a cambiar de aires, además de un buen cambio económico.

A los pocos días me reúno con Rafaela Hervada Carnerero, directora de la emisora. Su objetivo era que me incorporase a Radio Coruña el 1 de mayo. Para mí no era tarea fácil llevarlo a cabo en esa fecha, el motivo principal se centraba en el programa de radio cara al público que hacía cada mañana de domingo junto con Santiago Vilariño y José Luis Naya, cada mañana de domingo. "La Ballena Alegre”  se iba de vacaciones coincidiendo con el final del curso escolar, por lo que llegué al acuerdo con la Directora de radio Coruña de librar los domingos, hasta junio, para hacer el programa infantil de Radio Juventud, La Voz de La Coruña. El acuerdo fue sencillo y ágil, por lo que el primero de mayo me incorporé a Radio Coruña.

Pronto presentí que esta nueva etapa profesional iba a ser muy complicada para mí. Existían dos grupos de producción con muchos intereses personales creados, que me hacían pensar que allí no había un futuro importante para mí. Fue mi gran decepción, pero estaba decidido a hacerle frente. Inmediatamente comencé a pensar en la formula necesaria para producir mis propios programas y no quedarme en un simple locutor que daba al micrófono el indicativo de la emisora con aquel: “Transmite Radio Coruña, emisora E. A. J. 41”. Tenía que hacerlo cuanto antes, pero las cosas se complicaron durante el mes de mayo con el naufragio del petrolero “Urquiola”.

                       PETROLERO URQUIOLA

La mala señalización de una aguja rocosa, provoca el accidente.

El 12 de mayo de 1976 el buque petrolero Urquiola procedente del Golfo Pérsico, quedó embarrancado en A Coruña. Una mala señalización de una aguja rocosa hizo que este gran buque que llevaba su carga a la empresa Petrolíber, sufriera el accidente.

El Urquiola no sufrió muchos daños en este primer momento y pidió ser llevado a puerto. Los organismos competentes tomaron la decisión de que el petrolero abandonase el canal y se alejase 200 millas de las costas españolas. En estas maniobras el Urquiola sufrió más daños y un incendio que provocó una gran humareda negra. El capitán del barco, Francisco Eduardo Rodríguez Castelo, murió en este incendio al permanecer en el barco hasta el último momento. Durante, aproximadamente tres horas, el práctico Sánchez Lebón estuvo desaparecido. Este fue el tiempo que le llevó recorrer a nado algo más de dos millas hasta que llegó a la costa de Canabal en Mera.


El incendio del Urquiola provocó una gran humareda negra sobre el cielo herculino. Foto Xosé Castro

 

En esta catástrofe se derramaron 20.000 toneladas que llegaron hasta las rías de Betanzos, Ferrol y Ares.

Las tareas de limpieza en este desastre consistieron en instalar un dique que frenara el avance del petróleo a la vez que pequeños equipos de trabajo intentaban recoger el crudo. También se utilizaron detergentes para disolver el petróleo.

 El Naufragio del petrolero Urquiola se convirtió en el bautismo de sangre en el inicio de mi carrera informativa. Los días posteriores al hundimiento fueron intensos en actividad informativa con la amenazadora marea negra. Cuando embarrancó llevaba más de 100.000 toneladas de petróleo, además del combustible propio, unas 5.000 toneladas. La mayor parte del crudo, unas tres cuartas partes, ardió tras la explosión y durante dos días más.


PRODUCCIÓN RADIOFÓNICA

Pronto comencé a poner en marcha mi productora de programas de radio. Era la fórmula inmediata para no quedarme estancado en mi nuevo puesto de trabajo. Un magnetofón HUER de cuatro pistas, una mesa de mezclas, un plato giradiscos, un casete, unos auriculares y un micrófono se convirtieron en las primeras herramientas que formaban parte de mi estudio de grabación.

Magnetófono HUER de cuatro pistas y dos velocidades de arrastre de 3 ¾, 7 ½, pulgadas.

Así me lancé a la producción radiofónica. Era el primer paso que había que dar y tenía que hacerlo despacito y bien. Un fracaso en el inicio sería mortal. Mi primer programa propio llevaba el nombre de “Carnaby Musical”. Carnaby era una tienda de moda situada en Juan Flórez. En 1977 era una revolución en este tipo de tiendas, cambiaba habitualmente la decoración interior y la fachada del edificio. El tipo de pintura que lucía la fachada de todo el edificio llamaba la atención del público y tenía tanto éxito que requería un cambio constante.

Fachada de CARNABY en la Calle de Juan Florez

El contenido de mi programa era muy sencillo, simplemente estaba formado por una lista de éxitos musicales cantados en español y que se emitía los domingos a las cuatro de la tarde, justo antes de Carrusel Deportivo.

Al poco tiempo inicié la producción de un nuevo programa “Bueno y breve”, que tenía 15 minutos de duración y se emitía los martes, jueves y sábados a las nueve de la mañana, justo después de “La saga de los porretas”. La buena audiencia lograda por este espacio me sirvió de trampolín para realizar nuevas aventuras y arrancar con fuerza en la producción y presentación de programas.

Casi a la par y en colaboración con la Dirección Provincial de Tráfico inicié la aventura de un programa más, su titulo “Caminando”, cuyo eje central era el comportamiento del peatón ante el aumento que experimentaba en esa época el incremento de vehículos. Este nuevo programa surgió en una conversación con mi amiga Rosa Mahía, funcionaria de la Jefatura Provincial de Tráfico que me asesoraba en cada uno de los programas.

POPULARES DEL VERANO 1977, 78 y 79

No podía quejarme de nada porque esta nueva aventura en la radio coruñesa pintaba bien. Contra viento y marea lograba los objetivos marcados. Mi ambición profesional me incitaba a nuevas aventuras más competitivas. Como soy un defensor acérrimo de la radio en directo y cara al público, me lancé a la aventura de reunir en La Coruña a los cantantes más populares del verano, que se escogían por votación de los oyentes del programa.

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Así, en el verano de 1977 arranqué con el reto de mis primeros “Populares” con la bisoñez ajustada al momento pero con mucha ilusión y trabajo. Quiero resaltar la ayuda desinteresada de Nonito Pereira, que ya era reconocido como un gran crítico musical. Su colaboración fue muy importante para ponerme en contacto con los diversos cantantes del momento.

Mis primeros populares con Nonito Pereira

La Discoteca Golden Fish de Santa Cristina fue el marco elegido para esta primera entrega de premios, que consistía en una Torre de Hércules de plata. Para mí fue una noche muy especial y emotiva. Era mi puesta de largo en solitario al estilo de “El gran musical” contando en la presentación con dos monstruos de la radio y la televisión, como eran Bobby Deglané y Kiko Ledgard.


Bobby Deglané fue un gran apoyo en el inicio de los premios de los Populares

Isidro Pousada entrega una Torre de Hércules a Bobby Deglané
      

Bobby Deglané fue el creador de los programas-espectáculo en la radiofonía española, en especial el mítico Cabalgata fin de semana, desde 1951 y Carrusel Deportivo en 1954. Participó también en películas como Historias de la radio, de José Luis Sáenz de Heredia.

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Con Kiko Ledgard y Carlos Luengo

Kiko Ledgard fue presentador de televisión y actor de cine peruano, que gozó de gran popularidad, especialmente por los programas televisivos Haga Negocio con Kiko, en el Perú, y Un, dos, tres... responda otra vez, en España, los cuales tuvieron un alto número de espectadores, siendo emulados por muchos otros programas televisivos en años posteriores en el mundo entero.


Con estos dos presentadores de lujo arrancaba mi noche mágica. No había miedo al fracaso porque con Kiko y Bobby tenía el éxito garantizado. Después de la cena, cuando me reuní con ellos con la intención de coordinar la presentación de la gala, su respuesta fue rotunda: “Tu eres el presentador, nosotros somos tus ayudantes”. Me quedé petrificado y sin capacidad mental de respuesta. Que dos de las figuras más importantes de la radio y la televisión en España me arropasen de esa forma hizo que me subiera el ego profesional para progresar con la misma humildad que ambos mostraban. Ya no hablamos más hasta que comenzó la entrega de premios que contó con la presencia de representantes de las firmas patrocinadoras, celebrándose entre actuación y actuación desfiles de modelos enfocados en el estilo de peinados, joyas y pieles.

Con Bobby Deglané y Carlos Luengo al finalizar la gala de los Populares del Verano de 1977

Entre los artistas galardonados estaban Álvaro y José Ramón, que vivían el momento justo de lanzar su LP como Keltia. Verbas Xeitosas, Carlos Luengo, que triunfara con la canción “Mentirosa” y lograra la Sirenita de Plata en el Festival de la canción de Benidorm con su nueva composición “Has dicho que si”. También formó parte del elenco artístico Ramón Riba, que se convirtió en uno de los triunfadores del verano con la canción “Tú te vas”.

Con Ramón Riva en un momento de la Gala 77 

Como fin de fiesta y en calidad de artista invitada, intervino la controvertida Massiel. Su actuación fue larga, sin reservas ni concesiones, y con sus ajustes y contrapuntos de claro matiz político. Cumplió muy bien su cometido y supo llevarse al público a su terreno.

La eurovisiva Massiel con Juan Candame

Al año siguiente escogí como escenario de la Gala de Populares el Hotel Finisterre. Con un poco más de experiencia pero con la preocupación lógica de cuidar cada detalle. Volví a contar con Nonito Pereira, en una noche que se alargó hasta las tres de la madrugada y que constituyó un gran éxito artístico.


La fiesta, amenizada por Los Tokatas, contó con excelentes actuaciones personales en directo de los artistas premiados. En esta edición, la presentación del festival la realicé con Rosa Vázquez, compañera de Radio Monforte.

 

Rosa Vázquez, de Radio Monforte, entrega el premio a Juan Giralt
                 

El primero en actuar fue Juan Giralt que, además de su faceta de intérprete, acababa de realizar una gira de dos meses por Francia acompañando al piano a Jairo y Charles Aznavour. Posteriormente pasaron por el escenario Ángel Luis Yusta, Alejandro Jaén y el gaitero Xosé Casal.


Tico Casal inició su carrera en el Festival de la canción de Benidorm
 

Tino Casal, flamante segundo premio del festival de la canción de Benidorm, realizó una actuación memorable con una puesta en escena que vislumbraba el arranque de una carrera musical extraordinaria y que fue truncada al morir en accidente de coche el 22 de septiembre de 1991 a los 41 años de edad.

Cerró la gala Alfonso Pahíno, que un año atrás ganó el festival de Benidorm con la canción “Aléjate” (compuesta por Jesús Gluck y el Dúo Dinámico). Abrió la actuación con la canción premiada en Benidorm y continuó haciendo un repaso a sus grandes éxitos como “Vuelve amor”, “Suave piel”,  “No me quieras como amigo” y “Un amor en tu vida”, para cerrar con el tema “Yo soy gitano” que daba título a su próximo Long play.

En esta misma noche, Pepe Domingo Castaño recibió su premio por la labor radiofónica y Roberto Luis Moskowich, por su trabajo realizado en defensa del desarrollo del aeropuerto coruñés.

Populares 1978, con Tino casal, Juan Giralt, Alejandro Jaén, Alfonso Pahíno, Alfredo Garrido y Ángel Luis Yusta.

 

El 18 de octubre de 1979 se celebró la tercera gala y entrega de premios a los “Populares a la Calidad”. Hacía dos años que un grupo de padres y madres habían fundado ASPACE, una asociación pionera en Galicia en atención integral a personas con parálisis cerebral y la única con estas características en A Coruña y provincia. Concienciado por la causa, decidí que los beneficios íntegros de este festival fuesen destinados a dicha asociación. El marco escogido para esta gala fue la Sala de Fiestas El Seijal, con Carlos de la Fuente, quien nos dio todas las facilidades y colaboración para mayor realce de la gala.


Un elenco importante de artista en una noche inolvidable que inició su andadura a las 11 de la noche y que se prolongó casi hasta las cuatro de la madrugada.

Arrancó la fiesta con el grupo coruñés Cumbre, ganador del concurso “Gente Joven” de TVE. Estaba formado por los hermanos Vicky, Enrique y Alfonso Deus Santos, Fernando Castillo de Mena, Javier Fernández Ampudia, Javier Vázquez Botas y Carlos Castro Roig. En el Seijal sonaron por primera vez algunas de las canciones que formaban parte de su L.P. “A espesura do camiño”, que salía unos meses después al mercado.

Continuó con Daniel Ares, cantante argentino que dos meses antes se proclamaba flamante vencedor del Festival de la canción de Betanzos y que presentaba su primer disco en España.

Flavio, un incipiente cantante de 13 años, que estaba haciendo mucho ruido con su disco y gran triunfo “Voy a América”

Dimpol, un joven cantante que intentaba abrirse camino con fuerza, de la mano de Juan Pardo, destacaba su L.P. “El amor” y que incluía la canción “No me hables” que más tarde hizo popular el propio Juan Pardo.

Keltia, mencionado anteriormente, dúo formado por José Ramón Gayoso y Álvaro Someso, triunfaban con la canción del portugués José Afonso “Choca esos cinco”, que daba título a su L.P. grabado con la multinacional CBS. Sus canciones y la calidad de sus voces fueron muy aplaudidas por el público asistente.

José Ramón Gayoso formaba el dúo Keltia

Eduardo Martí tenía una gran voz que triunfaba con “Cambiarás, cambiaré” y “El sol no brillará nunca más”.

El grupo mallorquín Falcons estaba formado por Rafael José Aguiló, el batería; José Portell encargado de los teclados; con Pepe Nadal y Damián Tomás con las guitarras. Su primer gran éxito fue “Terciopelo y fuego”, que se convirtió en su pasaporte para la fama y que supuso los premios de “El Gran Musical” y el “Olé” de la canción. Aquí presentaron su nuevo álbum Falcons II, con la canción “Deja todo y vente a Nueva York” que se convirtió en su nuevo éxito.

Otro de los grandes artistas que prestó su colaboración a favor de ASPACE fue El Fary. Su verdadero nombre era José Luís Cantero, y durante el verano triunfó con una canción escrita por Paco Cepero, cuyo título es “Yo me estoy enamorando”. En su muy aplaudida actuación presentó su nuevo disco: “La mandanga” que ya comenzaba a sonar en la radio. El Fary era un personaje popular y carismático, me había comentado que en sus comienzos grababa sus propios discos, y los vendía él mismo en el rastro. Allí le sucedió una anécdota autentica: “un gitano me quiso cambiar su burro por un L.P.”, prueba de la gran aceptación popular de sus discos.

El Fari derrochó simpatía, siendo el gran animador de la gala

Durante el transcurso de la entrega de premios estaba con al alma en vilo porque Jerónimo grababa esa misma tarde un programa en TVE y tomaba un vuelo a última hora para cerrar la gala. Tenía la preocupación lógica de que no llegase a tiempo. Sabía que cogía un avión desde Madrid a Santiago y allí lo esperaban para llevarlo directamente a la sala de fiestas. Por ello, me vi en la necesidad de hablar con Manolo de Vega para que alargase su actuación hasta que yo le avisase, pero que no se notase que entre bambalinas había incertidumbre.

Manolo de Vega, que triunfaba como humorista, vino con su guitarrista apodado “el gitano”. Ambos salieron al escenario y comenzó con sus chistes contados sin prisa y divirtiendo al público como nadie. Alternó su humor con las canciones hasta que por señas le indiqué que Jerónimo ya había llegado. Se encontraba tan a gusto en su actuación que tuve que salir al escenario para decirle que contase el último chiste porque ya estábamos pasados de hora. Fue una gran actuación del siempre recordado humorista y cantante.

El humorista Manolo de Vega recogiendo su premio de manos de Adela Soto.

Cerró la gala con la sala a reventar el cantante Jerónimo, un hombre sencillo que no se negaba nunca a aportar su arte y sus canciones en ninguno de estos festivales que se celebran con fines humanitarios. Ese verano se escuchaba con asiduidad su canción “Siempre te voy a querer” que cantó en directo y estrenó la que saldría el mes de noviembre que se titula “Eres mi vida”.

Jerónimo triunfaba con la canción “Siempre te voy a querer”

Finalizó así una jornada llena de nerviosismo pero que fue perfecta. Al medio día comimos todos juntos en el Mesón de la Cazuela, que estaba en el Callejón de la Estacada. Por la noche decidimos que cada uno cenara por su cuenta y que luego me diesen la factura de la cena para abonársela. Ninguno quiso cobrar. Manolo de Vega y El Fary se fueron a cenar juntos y cuando les dije de abonar la factura me dijeron que no podían dármela. Ante mi insistencia, los dos me dijeron: “Si te la damos nos matas”. Después de insistir me la enseñaron y tenían razón, se habían comido una gran mariscada sin escatimar en el presupuesto. Eran buena gente.

Otra de las anécdotas de este festival corresponde al grupo Falcons. No recuerdo cual de sus componentes le tenía un respecto atroz a los aviones, por lo que sus compañeros se solidarizaron con él y viajaron en barco de Mallorca a Barcelona, y de allí a La Coruña en coche. Me pareció tan hermoso el gesto que, durante la comida, hablé con Eduardo Guervós para que le contratase unas actuaciones por la península para que su regreso a Mallorca fuese más suave. Dicho y hecho. Comenzaron por Vigo y fueron pasando por Madrid y Valencia. Eduardo Guervós era un fenómeno del espectáculo.

Foto de familia con Cumbre, Keltia, Flavio, Eduardo Martí, Falcons, Dimpol, El Fari y Jerónimo.

 

I FESTIVAL DE LA CANCIÓN CIUDAD DE BETANZOS

Profesionalmente visité Betanzos de la mano de mi compañero José Luis de Tena Noguerol, de Radio Nacional de España en La Coruña. Fue en agosto de 1978 para presentar el festival del Emigrante que se celebraba en la Plaza de García Hermanos en una jornada que las Fiestas de san Roque dedicaba a los betanceiros que estaban en la emigración y que por esas fechas regresaban a su tierra natal. Un encuentro musical de lo más variado que enlazaba el folclore regional y local, desde la La Danza de Mariñeiros o Mareantes, también conocida como Danza dos Arcos, que Xóvenes do Pobo interpreta durante los principales días de fiestas en Betanzos, pasando por las agrupaciones corales y artistas locales.

Aquí forjé una buena amistad con el músico y compositor Paco Casal, quien un año después organizó el festival de la canción, Ciudad de Betanzos y quiso contar conmigo para la presentación del festival, que se realizó en el restaurante Muiño Roxo. El certamen musical brigantino estaba abierto a todas las tendencias musicales y dotadas con importantes premios y trofeos, siendo el motivo principal de los mismos el popular Globo de Betanzos en sus versiones de oro, plata y bronce.  

Las dos semifinales se celebraron en el cine Alfonsetti con una veintena de participantes, de los cuales diez llegaron a la final. Si el interés despertado en las semifinales fue grande, para la final estaban agotadas las entradas para llenar el aforo del Cine Capítol. Para la gala final había que darle un aire más solemne a la presentación, por ello le pedí a Arantxa Junquera hacer la presentación a dos voces.

Unas horas antes de dar comienzo la función, los concursantes fueron recibidos en el Ayuntamiento por el alcalde Vicente de la Fuente y los miembros de la corporación municipal; la reina de las fiestas, Alicia Sánchez Presedo y el presidente de la Comisión de Fiestas, Manuel Rivera Pedreira.

El escenario del Cine Capitol acogió la final del Festival de la canción de Betanzos.

La gran final comenzó pasadas las once y media de la noche con un total abarrote de público. Fue tanta la expectación que más de doscientas personas formaron un gran alboroto  delante del local por no poder entrar a la sala. Entre bastidores había un gran nerviosismo, el propio de los diez participantes y el de la organización preocupada por lo que ocurría fuera del recinto. Se barajaba la posibilidad de abrir las puertas para que entraran, al mismo tiempo que surgía la preocupación de que las 600 personas que cubrían el aforo del local protestasen por las circunstancias. Al final se dispuso abrir las puertas explicándole al publico las circunstancias, por lo que se dio entrada a todo ese gentío, que tuvo que permanecer de pie y de forma apiñada en los pasillos, lo que supuso un record de asistencia de público, calculándose en más de mil personas, ofreciendo la sala un impresionante aspecto. Me preocupaba que ocurriese algún contratiempo, pero todo transcurrió con normalidad. Hoy sería imposible permitir esa osadía porque las normas de seguridad y capacidad máxima no lo permiten.


El primer premio fue para el argentino Daniel Ares, al que le correspondieron 35.000 pesetas y Globo de Oro, con sus canciones, “Cuando escuches el viento” y “Juntos los dos”.


El segundo premio,  20.000 pesetas y Globo de Plata correspondió a la coruñesa Isabel, con “Cantar cantarei” y “A o noso Curros”. Su calidad musical se llevó el Premio de la Crítica, así como el Premio a la Mejor Letra.


El tercer premio, 10.000 pesetas y Globo de Bronce, lo obtuvo la brigantina Solete, con “O San Miguel” y “Eu quero amarte”, quien también se llevó el Premio a la Simpatía”.

El fin de fiesta del festival contó con las actuaciones de Suso Bahamonde, Pilarita Pérez, el dúo Keltia y el grupo Cumbre.

 

 

 

 

FRECUENCIA MODULADA

En el año 1982, se produjo el auténtico boom de la Frecuencia Modulada, que tuvo como principal consecuencia la ruptura del duopolio en Onda Media de la radio generalista protagonizado durante décadas por radio Nacional de España y la Cadena SER.

Con la llegada de la F.M. se produce toda una revolución de la radio en España. La calidad de sonido dejaba predecir un futuro poco halagüeño para las emisoras de Onda Media. Esta nueva modulación de frecuencia hizo que las emisoras generasen programaciones específicas. En apenas unos años, la Cadena SER descubrió un nuevo segmento de audiencia, adaptando a cadena la formula de “Los 40 Principales”, que trato en capítulo aparte con su creador, Rafael Revert.

En Radio Coruña F.M. se comenzó de inmediato con las pruebas de sonido y los primeros programas informales para emitir en periodo experimental. Para ese ciclo de prueba me encargué de grabar en bobinas abiertas diversos programas con la historia de la música en España. Las bobinas abiertas eran cintas magnetofónicas que se utilizaban unos magnetófonos profesionales con tres cabezas, reproducción, grabación y borrado. Estos equipos eran capaces de grabar y en simultáneo reproducir con la cabeza de reproducción el registro que se iba grabando y que era necesario emplear un circuito de grabación y reproducción funcionando a la vez.

Magnetófono ReVox de bobina abierta

Dejando a un lado la información técnica, toca regresar a los grupos de producción de programas. Después del periodo de pruebas, cuando ya comenzaba la programación oficial en la F.M. de Radio Coruña, los dos grupos fuertes de producción de programas me dejaban al margen en el reparto de horas. Me lo tomé con calma porque era consciente que con el paso de los meses no iban a ser capaces de completar la parrilla de programación. Tocaba esperar paciente a que llegase mi momento y este no tardó. A los tres meses, uno de los grupos me ofreció una reventa de varias horas, que no acepté porque seguía a la espera.

Y ese día llegó. Las horas más complicadas de cubrir con la publicidad fueron quedando libres. Las primeras de 22:00 A 24:00 horas. Así nació mi programa estrella: “La noche coruñesa”.

A los seis meses comenzaron a dejar las horas que eran más complicadas de patrocinar. Acababa de llegar mi momento y entre las 22 y 24 horas comenzó mi nuevo despegue con un nuevo programa. Así nació “La noche coruñesa”.

LA NOCHE CORUÑESA

La idea la tenía clara. Mi deseo era hacer un programa fresco y en directo. Partiendo de un esquema sencillo teníamos que arrancar dos horas de radio viva y actual con ritmo y, sobretodo, con muchas ganas de hacer radio comunicativa. Así nació “La noche coruñesa”.

Era importante que existiesen dos voces conductoras, una la mía y otra voz femenina. Buscaba conjunción de voces y encontré la idónea para ese programa. Makuka  Fandiño arrancó a mi lado y durante una década nuestras voces se unieron para dar vida a las noches de la Coruña.

Con Makuka Fandiño en el estudio de “La noche coruñesa”

El programa se emitía todos los días y contaba con sus secciones propias y diferenciadas en cada jornada, pero con la agilidad conveniente del acontecer diario de nuestra ciudad y su área metropolitana. Así, los lunes nos centrábamos en la actividad del fin de semana, en donde se daba preferencia a la actualidad deportiva, con la intervención de los oyentes a través del teléfono.

Los martes nos reuníamos con la música en directo y el humor, cuyo anfitrión era el showman coruñés Pedro Abelenda que con los chistes de “Amilito” y las canciones con su guitarra hacía que las dos horas de programa se pasasen demasiado rápidas.

Memorable fue la primera noche en la que Willy Marambio vino al programa con su trompeta. Este gran músico chileno decía que era el mejor trompetista del mundo y formaba parte del elenco de la orquesta Los Satélites. La verdad es que hacía sonar la trompeta de forma magistral y esa noche se convirtió con su trompeta en la noche de las dedicatorias. Los oyentes llamaban y le solicitaban una canción que dedicaban a sus novias, maridos, etc. Willy se convertía, junto a Pedro Abelenda en la música en directo de la noche de los martes.

Los miércoles de la “La noche coruñesa” se centraban en la educación sexual. El prestigioso ginecólogo Enrique Segrelles hablaba sin tapujos de sexo en una época en donde hablar de relaciones sexuales era casi un tabú. Pero teníamos claro que cada noche coruñesa tenía que ser distinta y más atrevida. Era la radio al filo de la navaja en la pro censura. Había que renovarse y estábamos dispuestos a modernizarnos a toda voz, siendo conscientes de que íbamos a recibir fuertes críticas y duros palos.

Si hablar de sexo rompió moldes los miércoles, los jueves ya eran casi de excomunión. Presumo de ser el primero en tener a una “echadora de cartas” en un programa de radio en España. La primera noche con la meiga Casandra fue tensa debido a las costumbres trasnochadas de la cúpula de la emisora. Era consciente de que me jugaba la continuidad del programa porque la directora ya me había comentado que me escuchaba cada noche. Casandra comenzó a echar las cartas y a predecir el futuro de cada oyente que se asomaba al programa a través de la línea telefónica. Todo un éxito de audiencia. Esa noche marché eufórico para casa y feliz por el éxito de Casandra en un programa en donde los teléfonos se colapsaron. Mi temor llegó a la mañana siguiente cuando llegué a la emisora, porque si la dirección te llamaba al despacho era para recibir la bronca. Por ello me encerré en el locutorio para preguntarle a los compañeros si habían escuchado algún comentario sobre el programa de la noche. 

Nadie sabía nada y a mí no me llamaban, por lo que creía que esa noche no lo habían escuchado. No me llamaron al despacho, no, fue al contrario, la directora vino al locutorio. 

Cuando la vislumbré a través de la pecera deseaba que la tierra me tragase. Saludó al técnico de sonido y cuando este cerró el micrófono, se acercó hasta el locutorio para comentarme que “el programa de ayer a la noche estuvo simpático y entretenido”. Me sentí muy aliviado y con más ganas de incrementar nuevas secciones en cada emisión radiofónica.

Llegamos al viernes y se me ocurre una idea tentadora aunque yo mismo creyera que no iba a funcionar. Hacía años que la radio no tenía un programa dedicado a los niños y deseaba crear un punto para ellos. Era consciente de que el horario no era el más favorable pero había que arriesgarse. 

Pensaba en un espacio hecho por niños y para los niños. Tenía que buscar algún niño o niña que tuviese facilidad de palabra y fuese capaz de aguantar dos horas de programa. Enseguida pensé en mi hija, quien se inculcó en el arte de la radio ya que desde pequeñita me acompañaba en la actividad que realizaba en mi estudio de grabación. Le hice una prueba de voz y ya no tuve dudas. Los viernes quedaron adjudicados para la audiencia infantil. Y la verdad es que funcionó muy bien. Mi falta de credibilidad por el horario fue superada por la ilusión de Chus, quien aportaba ideas propias de su edad y que a mí ni se me ocurrían. Incluso tuvimos patrocinadores de ropa infantil y un bazar de juguetes.


                                  Teresa Rabal con mi hija Chus en los estudios de Radio Coruña

Los sábados hacíamos un programa para románticos, que con el tiempo realizábamos durante los últimos 30 minutos de cada programa con el título de “Románticos 7”, por aquello de que se emitía los 7 días de la semana. Y los domingos realizábamos el programa con grabaciones de conciertos de las primeras figuras del panorama musical español que me facilitaban diversos compañeros de Radio Madrid.

La buena marcha del programa me llevó a pensar en hacerlo fuera de la emisora. Volvía a especular con mi idea de la radio viva y cara al público. Así, los sábados nos citábamos con los oyentes en los distintos locales de hostelería y diversión que patrocinaban el programa. Recuerdo la Discoteca Mackinlay's, Cafetería Arpa, Mesón As Redes, Discoteca Kings…, regresaba la radio cara al público.

En uno de los programas elaborado en directo en la Discoteca Kings, en Hérves-Carral, conocí al “pinchadiscos”, hoy denominado “disc-jokey (DJ).  José Luis Núñez Cortés era un joven optimista amante de la radio. Al final del programa me comentó sus ilusiones y grandes deseos de trabajar en la radio. No sabía cómo enfocarlo, pero esa misma noche le prometí que le haría una prueba en mi estudio y que ese día hablaríamos con calma. Dicho y hecho. A los pocos días vino al estudio de grabación y le expliqué las cosas con calma. Hizo la prueba y la verdad es que le daba mucha marcha. Me quedé con la palabra “marcha”. Le comenté que iba a pensar como encajarlo en el programa y que buscaría una sección para él.

Pronto me surgió la idea. El programa tenía una comunicación directa con los oyentes y un poquito de ritmo no venía mal. Le ofrecí hacer 30 minutos de música actual y grabamos en primer programa piloto. Lo titulamos “La marcha joven de la noche coruñesa”. Así comenzó José Luis Núñez, que posteriormente pasó por Los 40 Principales, los Deportes en Onda Cero, Reportero en Radio Voz, la sección de Deportes de la TVG y, en la actualidad, speaker oficial del Real Club Deportivo.

Por el programa pasaron los grandes artistas de la época, como Manolo Escobar, José Luis Rodríguez “El Puma”, José Guardiola, Ana Kiro, Rocío Dúrcal, José Luis Moreno, Joan Manuel Serrat, Juan Pardo, Julio Iglesias, el imitador Julio Sabala, Luís Eduardo Aute, María Dolores Pradera, María Jiménez, el humorista Paco Arévalo, Paco de Lucía, Pucho Boedo, Tino Casal, Víctor Manuel, Dyango, Bertín Osborne,…, unos porque venían a actuar a nuestra ciudad y otros que lo hacían en viaje de promoción con su casa discográfica con la fin de promocionar sus nuevas grabaciones.

El programa “La noche coruñesa” se mantuvo en antena casi una década. Me gustaba porque cada día nos sentábamos ante el micrófono dispuestos a hacer un programa entretenido y sin la necesidad de seguir un guión estricto. Nos gustaba la improvisación, por lo que muchas noches arrancábamos el programa conversando de la actualidad y sin casi darnos cuenta, se convertía en una tertulia con los oyentes que llamaban por teléfono.


UNIDAD MÓVIL

En el año 1983 llega la primera Unidad Móvil de Radio Coruña. Un Renault 18 ranchera equipado con la tecnología más moderna del momento para realizar informaciones en directo desde cualquier punto de la ciudad y ayuntamientos limítrofes. Constaba de un emisor de radiofrecuencias que enviaba la señal a un enlace instalado en las antenas de la emisora y que permitía emitir desde lugares alejados de la ciudad. Betanzos, Ferrol, Carral, Culleredo…, eran territorios desde donde la señal llegaba a la emisora con bastante nitidez. No ocurría lo mismo desde otras zonas, concretamente en la franja de Carballo, en donde había que situarse en terrenos muy altos para buscar la posibilidad de enlazar con el repetidor.

Ángel Gómez Hervada, director de Radio Coruña me propone hacerme cargo de la Unidad Móvil. No lo dudé ni un instante y, aunque preveía la dureza del trabajo, me seducía la idea por la simple razón de que regresaba a la radio viva, en directo y que me llevaba observar desde la primera línea informativa el acontecer diario de la ciudad y su comarca. 


Casi no hubo tiempo para pruebas. Las primeras comunicaciones realizadas en directo salieron más o menos audibles, según la posición del coche la calidad de sonido variaba de forma increíble. En la conversación previa para entrar en antena, mantenía un dialogo con el técnico que estaba en los estudios centrales para verificar la calidad del sonido, moviendo el coche a la posición en donde observábamos que iba a salir sin distorsión. Por ello, determiné llevar en una libreta la relación de cada conexión en la que reseñaba la calidad de sonido y la posición del coche. Con el tiempo tenía mi personal “mapa de conexiones”. Había sitios a los que se acudía con frecuencia, como eran el Ayuntamiento, la Diputación, así como diversos puntos de la ciudad como las sedes sindicales y el puerto.

Desde la unidad móvil pude observar cómo La Coruña se iba transformando con la remodelación de la Plaza de María Pita, la construcción del paseo marítimo en cada uno de sus tramos, la reposición de la Plaza de Pontevedra, la Plaza del Humor, la llegada de El Corte Inglés, varios centros comerciales más y no sé cuantos aparcamientos subterráneos.

Los concursos hípicos se realizaban en las instalaciones de la S. D. Hipica.

Los concursos hípicos de La Coruña se convertían en el centro social y político de la ciudad. Allí acudía y retransmitía en directo el acontecer deportivo y social de la localidad. Una entrevista especial y amena fue la realizada a dúo entre el Delegado del Gobierno en Galicia, Domingo García Sabell y el alcalde coruñés, Francisco Vázquez. Una conversación tremendamente abierta y sosegada que a ninguno de los tres le apetecía ponerle fin.

Un momento de la entrevista con Domingo García Sabell y Francisco Vázquez.



Jornada tensa

Recuerdo de forma especial el atentado del Exercito Guerrilleiro al chalet de Fraga en Perbes en la madrugada del 27 de mayo de 1988. Allí me desplacé con mi compañero Paco Docampo para cubrir la información del atentado, un trabajo de diez horas de duración que nos dejo agotados. No hubo tiempo para el descanso porque cuando ya regresábamos a la emisora con la intención de comer y descansar y aún con la Unidad Móvil delante de las instalaciones de la radio, vuelve a surgir la noticia, los Grapo asesinan en la puerta de su piso al empresario Claudio San Martín, ex presidente de Caixa Galicia. Allí nos vamos sin tiempo ni para pensar en que se estaba dando una jornada negra para Galicia. Permanecimos en el lugar el resto del día, informando en directo y emitiendo las opiniones de las autoridades políticas que se acercaron hasta el domicilio de Claudio San Martín, entre otros el ex presidente de la Xunta de Galicia, Gerardo Fernández Albor , el presidente Fernando González Laxe y el Alcalde de La Coruña Paco Vázquez.

Entrevistando a Fernando González Laxe, Presidente de la Xunta de Galicia.


Junto a Alfonso Hermida recogiendo las declaraciones del ex presidente de la Xunta de Galicia, al salir de visitar a la familia de Claudio San Martín. Foto Agencia EFE.

Elecciones

Las campañas políticas de esos años obligaban a un esfuerzo informativo importante para cubrir el día a día de todos los mítines políticos que se celebraban en nuestro entorno informativo. Como era totalmente imposible estar presente en cada uno de ellos, había que echar mano del ingenio para tener cada día las voces de todos los candidatos. No era tarea fácil, pero tampoco imposible. Solamente pensaba en que los oyentes de Radio Coruña tuviesen una información veraz en cada una de las conexiones. Mi primer objetivo era tener un archivo de voces para cumplimentar cada una de las informaciones.  Así, en unas autonómicas me encargué de cubrir la campaña electoral de Pablo González Mariñas, candidato a la presidencia de la Xunta de Galicia por Coalición Galega. Este grupo político realizó su presentación de campaña en un restaurante de Arteixo. Después de la presentación me reuní con el candidato y grabamos una amplia entrevista centrada en el programa electoral del partido, tratando cada uno de los puntos de su esquema programático. Así, si en Lugo hablaba con más énfasis sobre la ganadería o la agricultura, ya tenía su voz con dichos temas. Lo mismo si hablaba de pesca, trabajo, cultura, educación…

A otro de los políticos que seguí informativamente en plena campaña fue al presidente Gerardo Fernández Albor. Fueron jornadas de autentico estrés, la capacidad de trabajo del presidente se convertía en un ir i venir de un sitio para otro. En la Lonja a las seis de la mañana, a continuación desayuno con los exportadores de pescado, para seguir la jornada mañanera visitando diversos barrios. Llegaba el momento de la comida en la que reunía cada día se reunía con los profesionales y empresarios  de diferentes gremios. Tenía una apretada agenta para recorrer Galicia durante los quince días de campaña electoral.

Gerardo Fernández Albor en plena campaña electoral.

Con quien disfruté de la información política fue con UCD y con Adolfo Suarez al frente. Un hombre ameno, locuaz, amable y simpático con todos.

A Adolfo Suarez se le recuerda como el Presidente de la Transición,

Conocí a Adolfo Suarez cuando yo tenía 20 años y el era director general de TVE. Acudí a Prado del Rey para tomar parte en un programa musical. Tuve la fortuna de que me recibiera en su despacho oficial. Comenzaba a buscar una orientación en mi futuro, que se debatía entre la música y la comunicación. Su conversación tranquila, pausada y siempre mirándome a los ojos me transmitió una serenidad tan fuerte que nunca pude olvidarla. Sus palabras fueron claras y escuetas. Me alentó a decidir por mí mismo, pero con el consejo de que siempre fuera yo.

Coincidí con él en dos ocasiones más, cuando ya era Presidente del Gobierno. Las dos fueron en La Coruña. La primera en el entierro de su padre y la segunda en un acto político en el que tuve la oportunidad de compartir una cena con sus más allegados con una sobremesa larga y tranquila.


LOS BIDONES DEL CASON

La noche del 10 al 11 de diciembre de 1978 se convirtió en interminable. Días antes, concretamente el 5 de diciembre, el Cason, carguero de bandera panameña, navegaba frente a las costas gallegas, sufrió un accidente debido a un temporal que hizo que la carga se moviese y provocase un incendio. El barco embarrancó en la costa en Finisterre, en la punta de Castelo, al sur de la playa de O Rostro. Fallecieron 23 de los 31 tripulantes del navío, todos de nacionalidad china, y se desencadenó una improvisada evacuación de unos 20.000 vecinos.

El Casón embarrancó en la costa de Finisterre con un corrimiento de su carga. (Foto cedida por  EL CORREO GALLEGO)

 

El buque transportaba una carga de 1.100 toneladas de productos químicos inflamables, repartidos en 5.000 bidones, sacos y contenedores. En la tarde del 10 de diciembre, al entrar  la carga en contacto con el agua del mar, esta se incendió provocando una gran alarma social. La falta de información de las autoridades y el temor a que los bidones explotasen y provocasen una nube tóxica, el gobierno gallego con Fernando González Laxe, que hacía pocas semanas había tomado posesión, se puso en contacto con el delegado del Gobierno, Domingo García Sabell, quien decidió la evacuación de toda la población de Finisterre, Cee y Corcubión, a la que se sumaron Muros, Muxía y demás habitantes de la zona.

 

Momento en el que la carga química se incendia por el contacto del agua. (Foto cedida por  EL CORREO GALLEGO)

 

Se enviaron alrededor de 700 autobuses para realizar la evacuación. Esto provocó aún más pánico entre la población que huyeron del lugar por sus propios medios. Esa noche las carreteras de A Costa da Morte eran un ir y venir de coches, autobuses y todo tipo de medios de transporte, incluso había gente que escaba del lugar andando.

 Radio Coruña no fue menos. Paco Docampo en los estudios centrales mientras la unidad móvil se movía como podía entre Finisterre y Coruña. Otros compañeros cubrían la información desde el Palacio de los Deportes de Riazor, que actuó de refugio para parte de los evacuados.

¿Qué pasaba con los bidones? Con anterioridad un remolcador los trasladó desde el buque hasta el puerto de Cee. Posteriormente 250 bidones fueron cargados en tres camiones con destino al campamento militar de Parga (Guitiriz).

El Casón tapado por el enorme humo producido por la combustión de los productos tóxicos que transportaba. (Foto cedida por EL CORREO GALLEGO)

Allá me voy en persecución de los camiones y su carga misteriosa. Por esta zona, la circulación era casi nula, por lo que gané tiempo para llegar con facilidad a alcanzar la caravana con dichos bidones. Al llegar cerca de Parga observo los camiones, que están parados porque los vecinos, queriendo evitar exponerse al riesgo que suponía tan peligrosa carga, no permitieron su paso al hacer una barricada con neumáticos ardiendo. La calma del recorrido hasta este punto se transformó en tensión porque se produjeron enfrentamientos con la Guardia Civil.

Al final, se decidió trasladar la carga a San Cibrao, al muelle de Alumina-Aluminio (en la actualidad, ALCOA). Allí también se reprodujeron los enfrentamientos, impidiendo el comité de empresa el paso de los camiones, que finalmente descargó los bidones y, posteriormente se enviaron a Amberes, que era el puerto de procedencia.

El comité de empresa dio instrucciones a los trabajadores para que abandonaran sus puestos de trabajo, lo que supuso un desastre para la planta industrial que quedó totalmente inutilizada al pararse los hornos bruscamente. La reconstrucción de la fábrica superó los 20.000 millones de pesetas, convirtiéndose en el siniestro más caro de la historia del seguro en España.

Fue una noche de tensión y angustia informativa.

 

CINCUENTENARIO DE LA ONCE

En junio de 1988, Eugenio Ferradás, que ocupaba el cargo de vicepresidente segundo del Consejo General de la ONCE me comenta que la entidad está organizando sus Bodas de Oro y que La Coruña será una de las ciudades escogidas para realizar el sorteo del “cuponazo” y que contaba conmigo para ejercer de maestro de ceremonias.

El acto dependía de la Delegación Territorial en Galicia y el sorteo se celebró el viernes 5 de agosto en la Plaza de María Pita.

Explicando la temática del sorteo del “Cuponazo”

En este año, la Delegación territorial de la Coruña contaba con un total de 482 vendedores, de los cuales 161 vendían el cuponazo en nuestra ciudad y los 381 restantes lo hacían a través de las distintas delegaciones territoriales. Antonio García Piñó, que era el Delegado territorial hacía hincapié en el carácter social de la entidad, al dedicarse a potenciar al invidente y al disminuido físico a través de una mayor integración en el mundo social. Entre las profesiones, la de vendedor del cupón es la que más afiliados tiene, casi un 45% a nivel nacional. En esa etapa, muchos ciegos se incorporaban a profesiones como la de traductor, fisioterapeuta o telefonista. El cupón ha permitido a la ONCE a conectar con la sociedad, aunque la mayor parte de las personas que compran el cupón piensan más en el juego de azar que en la labor social realizada.

Todo estaba preparado para el día del sorteo y celebrar a las nueve de la noche el gran sorteo del cuponazo.  Esa era la hora del sorteo que se retransmitía en directo cada día a través del las distintas cadenas de radio para toda España.

En la Plaza de María Pita estaba toda la plana mayor de la ONCE con Miguel Durán Campos, director general; José Antonio Reyes Durán en calidad de secretario general, así como los responsables de la entidad en la comunidad autónoma, Antonio García Piño y Eugenio Ferradás  Moledo. Todos sobre el escenario con los bombos preparados para el sorteo y explicando la importancia del cupón en la labor de la Once. Era el preámbulo del sorteo especial del cuponazo.

El sorteo levanto especial expectación en la ciudad

 Los bombos comienzan a funcionar entre un gran silencio del publico que llena la plaza. Salen los cinco números del décimo premiado. Me corresponde anunciar el 89.679 como el número agraciado, así como el “cuponazo” que corresponde a la serie 102. Suelto mi voz para decir: “de costa a costa, el premio de la Once se fue para Almería”.


La plaza de María Pita se llenó por completo para presenciar el sorteo y las actuaciones de de Los Elegantes y Vicky Larraz.

Finalizado el acto del sorteo comenzó el fin de fiesta y toca presentar a Los Elegantes, que era un grupo madrileño de pop-rock que triunfaba con canciones como “La calle del ritmo”, “Mangas cortas”, “Chicas sin dinero” o “Soy tremendo”. Los Elegantes sabían mezclar el rock con el blues, que le daba mayor fuerza a sus actuaciones.

Pero la estrella de la noche era Vicky Larraz. Un problema de vuelos retrasó su presencia en la Plaza de María Pita. A su llegada y de forma apresurada me pide tiempo para cambiarse, mientras el público corea su nombre y requiere su presencia en el escenario. Le hago señas a Los Elegantes para que alarguen su actuación, pero obnubilados por el entusuasmo y la conexión con el público asistente que no se enteran de mis gestos. Así, decidí dejarlos con su actuación, ya sobrepasada en el tiempo previsto, y le daría paso a Vicky Larraz cuando ya estuviese lista para subir al escenario.

Con Vicky Larraz a punto de subir al escenario

Llegó el momento y en la escalera me comenta que se siente más realizada como cantante solista que cuando estaba en el grupo Olé, Olé. La presento y las casi o más de seis mil personas que estaban en la plaza corean su nombre. Vicky se convierte en la estrella de la gala de la Once. Comienza cantando en inglés y a continuación suena su gran éxito “Bravo Samurai” con el que se dio a conocer en solitario. Suenan las doce de la noche y hay que cerrar la gala, Vicky hace un bis y ante la insistencia de los allí congregados tiene que realizar el segundo y lo hace con “Siete noches sin ti”. Así terminaba la gala del “cuponazo” que la ONCE organizó en La Coruña.

 

 

CARRUSEL DEPORTIVO

 

 

Joaquín Durán, periodista.

 

El sonido inconfundible de la tarde del domingo. Así rezaba el eslogan que heredé de Carrusel Deportivo, cuando me puse al frente de él en Septiembre de 1985. Y lo mantuve, porque lo vi descriptivo, cierto, con gancho, que reflejaba la veteranía del programa y su naturaleza única de entre la competencia… encerraba en esa frase tantos años de Carrusel con Vicente Marco y con JJ Brotons y con Ramón Gabilondo,… con Joaquín Prat, Pepe  Juan Vives, Juan de Toro, … con Juan Tribuna, Antonio de Rojo, Pepe Bermejo, Paco Ortiz, Chencho, Aurelio de la Viesca, Triaves, Lopez Cansinos,   y tantos y tantos otros comentaristas, incluido el José María García de “el partido de la jornada”.

 Fui consciente de que habían puesto en mis manos un programa importante, probablemente la joya de la SER. 

 Al terminar el primer programa, Joaquín Prat, el gran animador que siempre me dio la seguridad de que aquello no se iba a parar a pesar de mi, me dijo: “Pero so …(póngase aquí una palabra adecuada) de sevillano, ¡¡¡pero si parece que llevas toda la vida haciendo esto!!”. Acertaba Prat, yo llevaba toda la vida haciendo…en mi casa… Carrusel Deportivo; porque las tardes de los domingos de mi niñez y adolescencia me las pasaba con un par de hojas de una libreta cuadriculada, en la que yo iba anotando las incidencias que se “cantaban” en cada uno de los partidos de primera y segunda divisiones, la quiniela de la jornada, etc. De modo que, cuando me senté en la silla del presentador de aquel estudio de la SER en la Gran Vía de Madrid, aquel altar en el que uno se sentía el sumo sacerdote de la información deportiva del domingo, me sentí un privilegiado: Toda la vida oyendo Carrusel pasivamente, pero ahora no solo lo voy a oír, sino que tendré el privilegio de decidir qué información quiero escuchar, es decir, con qué estadio quiero conectar.

 Me dije: El interés del oyente será mas o menos el mío, así que…¡adelante! Voy a procurar satisfacer mi curiosidad como aficionado al fútbol disponiendo del mayor y mas  prestigioso espectáculo radiofónico. La verdad es que luego lo pensé y me pareció demasiado atrevido por mi parte… ¡lanzarme a hacer el Carrusel sin haber estado en el estudio central ni un solo día antes! Gracias a mis compañeros, también a José Antonio Hernández y José Luis Espinosa (dos magos del sonido de la radio) aquello funcionó nada menos que durante tres años, en los que vivimos además la sustitución de Joaquín Prat, que fichó por la COPE, por Andrés Caparrós y luego por otro “monstruo” de la animación y del compañerismo, Pepe Domingo Castaño. Justo hasta que decidí aceptar una oferta para trabajar en mi tierra, en Canal Sur, que tenía la ventaja de que me permitiría vivir en mi Andalucía querida y participar en la aventura de la creación de la radio y televisión andaluzas.

 Aquellos maravillosos “carruseles” del domingo, que entonces concentraban en pocas horas todos los partidos y permitían a los aficionados estar sus familias o amigos y disfrutar de otras alternativas de ocio el resto del fin de semana, tenían siempre un reto importantísimo: Que se pudiera emitir toda la publicidad contratada. Tal era el volumen de espacios publicitarios, cuñas o menciones, que había días en los que si se marcaban muchos goles, nos costaba trabajo encajar aquel puzzle de información deportiva y publicidad. Claro que entonces aún se podían anunciar en la radio los alcoholes y  los tabacos: El partido de la jornada… con Centenario y a por todas, la moviola de Radiola, la ronda (minuto de juego y resultado) con Soberano, que es cosa de hombres, y con wisky Bels, Fundador, boquillas Targar, puritos Reig … Cada domingo se producía el milagro y todo entraba, de manera que el departamento de publicidad hacía caja en aquellas tardes dominicales.

 Como el presentador-director y el animador teníamos el mismo nombre de pila, Joaquín, decidimos unirlos y utilizar en las cuñas de promoción aquel: “Joaquín mas Joaquín, Prat y Durán en…¡¡¡Carrusel Deportivo!!!

 Debo confesar que este inmenso privilegio profesional y personal de dirigir y presentar Carrusel Deportivo, solo me producía una angustia: Que cuando llegaba el buen tiempo envidiaba yo a aquellos andaluces, paisanos míos, que estarían disfrutando en las playas o los campos del sur … y me invadía la añoranza. Hasta tal punto que el primer domingo de septiembre de 1988, cuando Antonio Martín Valbuena me sucedió en la dirección del programa, yo me fui a la Playa de la Caleta, en Cádiz, con un transistor y me puse a escuchar a los que hasta hacía poco habían sido mis compañeros, tomando el sol. Localicé una cabina telefónica  cercana y les llamé… ¡¡¡para darles envidia!!!: Yo seguía siendo un privilegiado, ahora por poder disfrutar los domingos de la playa…y del Carrusel como oyente.

 Y mi vida profesional siguió y con la suerte de seguir disfrutando de un carrusel de satisfacciones con que me ha distinguido esta profesión. Pero aquel tiempo dejó en mí unos recuerdos indelebles y una convicción redoblada: En Carrusel Deportivo, como en la vida, el equipo es lo más importante, por eso dijo una vez el gran Alfredo Di Stefano, al que yo vi jugar siendo un niño, que “ningún jugador por bueno que sea es más importante que todo el equipo”.

 

Joaquín Durán, periodista,

 Director de Canal Sur Radio y Televisión.

 

 


Carrusel Deportivo fue ideado por Bobi Deglané y mi debut en este programa deportivo, fue el 30 de marzo de 1980 con su creador, Vicente Marco, al frente. El Deportivo estaba en 2ª División A, y me tocaba narrar y contar las incidencias del encuentro desde la Coruña. José María Guimaraens, que era el jefe de deportes en Radio Coruña tenía un compromiso familiar y me pidió que hiciese el carrusel de esa tarde. Ante mi temor de meter la pata en la narración, me comentó que lo más importante era no equivocarse con los nombres de los jugadores que marcasen los goles. Eran otros tiempos sin tantas televisiones y sin repeticiones a cámara lenta de las jugadas polémicas.

El Deportivo recibía la visita del Racing de Santander y la verdad es que la fortuna me acompañó porque los goles brillaron por su ausencia. Estaba más pendiente de quien disparaba a puerta que si entraba el balón. Me busqué un truco que me salió bien porque no me hizo falta. Cuando había una ocasión de gol, yo siempre pendiente de que jugador era el que disparaba y si en las gradas se cantaba gol, ya sabía que no me iba a equivocar.

1980 (RCD donada por Juan Serafín Méndez González)

 

Aún así y ante mi alegría porque no metí la pata y todo me saliera bien, me fui frustrado porque el Deportivo no atravesaba un buen momento. Estaba de antepenúltimo en la clasificación y flirteaba peligrosamente con el descenso de categoría. Su entrenador era García Verdugo, que dos jornadas después fue cesado y sustituido por Joseito, que no fue capaz de mantener al equipo en la categoría de plata del fútbol español.

En este encuentro jugaron Buyo, Gallego, Piña, Pardo, José Luis, García, Piris, Albino, Castro, Traba y Roberto. Los cambios fueron, Morata por Pardo (19´) y Pousada por Roberto (Al iniciarse la 2º Parte).

 El 15 de septiembre de 1985 con Joaquín Durán de director tuve una nueva intervención con la visita del Barcelona At. El único gol del partido fue a favor del Deportivo y llegó en el minuto 45. Lo marcó Camuel (Mario Pasantes García) que era de Camariñas.

El Deportivo presentó la siguiente alineación: Montes, Dacosta, Silvi, Richard, José Luis, Gil, Cárdeno, Moreno, Sánchez Candil, Camuel y Vicente.

Tengo que reconocer que fue una narración fácil, con un solo gol y con la ventaja de que todos los partidos se jugaban en un espacio de muy pocas horas por lo que la concentración de horarios daba preferencia siempre al "gol en carrusel" y me dejaba espacios de tiempo para pensar lo que iba a decir en cada conexión. Fue una nueva  experiencia en el fútbol que, en esta ocasión, me metió el gusanillo de las retransmisiones deportivas.

 

Plantilla del Deportivo 1985-1986 (RCD)

 

En 1987 viví un Trofeo Teresa Herrera muy personal entre el Deportivo y el Benfica. Reviví recuerdos imborrables en la memoria de un niño de 10 años que recibió como premio, por aprobar el ingreso al bachillerato, presenciar en el Estadio de Riazor la disputa del XVII Teresa Herrera en el que el Deportivo derrotó por 4-2 al flamante bicampeón de Europa con Eusebio al frente. Así, 25 años después, desde la cabina de Radio Coruña SER  radiaba ese trofeo a partido único en el que el Benfica se tomó la revancha de aquella derrota. El partido terminó con empate a un gol e hicieron falta dos tandas de penaltis para decidir el campeón. En esta ocasión Eusebio era el delegado del conjunto portugués. Le entrevisté en el vestuario (en esos tiempos los periodistas entrabamos en el vestuario para hacer las entrevistas) y el recordado fotógrafo Antonio Seoane, “Tonecho” nos fotografió con el trofeo.

 

Con Eusebio y el trofeo Teresa Herrera (Foto Tonecho)

 

Las buenas sensaciones vividas desde la cabina de retransmisiones me llevaron a radiar los partidos del Deportivo a través de M-80 durante un par de temporadas con los acertados comentarios de Luis Rodríguez Vaz, una ayuda importante que me sirvió para ampliar y conocer los secretos del fútbol. A pesar de gustarme las retrasmisiones de fútbol, seguía con otros programas de radio que llegaron a centrar más mi atención, hasta que regresé a Carrusel Deportivo en la primera temporada de la recalada del Deportivo en Primera División.

Arsenio Iglesias fue el artífice del ascenso del Deportivo en un encuentro accidentado lleno de emociones y sorpresas. El Murcia sucumbía en Riazor por dos goles marcados por Stojadinovic. Este fue el partido del "meigallo" por diversas circunstancias y más cuando se incendió la cubierta de preferencia y hubo que suspender el partido por un espacio de 45 minutos. El Albacete y el Murcia, que visitaba Riazor, eran los dos primeros clasificados, el Deportivo tenía que ganar para lograr el ascenso y así lo hizo.

 

1991-06-09 incendio ascenso (RCD)

Llegó la nueva temporada (1991/92) y en el mes de agosto, estando de vacaciones, me entero de la decisión de la emisora de que me haría cargo de Carrusel Deportivo para esta temporada. Así regresé a la emoción de los goles con más tranquilidad y más curtido en el tema. Conté con el apoyo incondicional de mi buen amigo, Pepe Domingo Castaño y del director, Antonio Martín Valbuena, con quien congenié muy bien en cada una de las reuniones en cadena previas a cada jornada futbolística que se realizaban todos los viernes a las 12 de la mañana. Los dos compañeros me lo hicieron muy fácil y disfruté de un programa futbolístico impresionante.

 Carrusel Deportivo me dio la posibilidad de conocer a los más laureados deportistas españoles ya que los viajes a Madrid los aprovechaba para entrevistar a deportistas consagrados y que no tenía la posibilidad de hacerlo en nuestra ciudad. Personajes como Alfredo Di Stéfano, Ángel Nieto y Wayne Brabender me concedieron sendas entrevistas que emití en la programación deportiva de Radio Coruña. Eran diálogos que se podían emitir con normalidad tanto en los espacios deportivos como en un magazín, puesto que hablábamos del deporte que realizaban y de su vida en general.

 

Entrevistando a Ángel Nieto (12+1 Campeón del Mundo de motociclismo)


 Alfredo Di Stéfano (la saeta blanca) 


 Brabender (gran jugador de baloncesto en el Real Madrid)

 

 

Regresando al fútbol de Carrusel Deportivo y aunque el Deportivo se vio obligado a jugar la promoción para mantener la categoría, plasmó una buena temporada. En la Copa realizó un mejor papel eliminando al Levante, Mallorca, Zaragoza, Osasuna y Sevilla, posteriormente fue derrotado por el Atlético de Madrid.

Durante la segunda temporada en Primera División comenzó a gestionarse el Súper Dépor. Fueron llegando a La Coruña jugadores de renombre como Mauro Silva, Nando, Aldana y Bebeto. Esta iba a ser la temporada de la consolidación del Deportivo y también mi despedida definitiva de Carrusel Deportivo, ya que por circunstancias que cuento en otro capítulo, a primeros de año tenía previsto realizar nuevas experiencias periodísticas.

 

Gratificaciones y despido

 

Transcurría el mes de diciembre de 1992, cuando en la madrugada del día 3, el petrolero (Aegean Sea), Mar Egeo se esforzaba a entrar en el Puerto de La Coruña con unas condiciones meteorológicas muy adversas. Los vientos superaban los 100 kilómetros por hora y con una visibilidad de tan solo 100 metros. Las circunstancias no eran las más propicias para intentar la maniobra de entrada a puerto. Lo más sensato era esperar fondeado en la Ría de Ares a que el tiempo mejorase, pero retrasar la maniobra de entrada suponía pérdida de tiempo y un gasto a mayores para la naviera.

 La artimaña del capitán, Constantinos Starvridis, hizo que el buque encallara contra los bajos rocosos de las Xacentes, justo a los pies de la Torre de Hércules. Las versiones del embarrancamiento fueron contradictorias, mientras el capitán del barco echaba la culpa a un golpe de mar, la Dirección General de la Marina Mercante acusaba al capitán de no seguir la ruta fijada por los prácticos.

 

El Mar Egeo encallado a los pies de la Torre de Hércules. (Foto cedida por EL CORREO GALLEGO)

 

Las adversidades hicieron que el buque encallara junto a la Torre de Hércules cuando el reloj marcaba las ocho de la mañana. A los tres cuartos de hora el buque se partía en dos secciones, quedando la proa a 50 metros de profundidad. El buque comienza a arder cuando los helicópteros de rescate Helimer Galicia, Pesca I y Pesca II, junto al barco de la Cruz Roja, la  Blanca Quiroga están en pleno trabajo de evacuación de los 28 tripulantes.

 

El Mar Egeo en el momento que comienza a arder. Paco Vázquez y Juan Manuel Iglesias Mato, “Palau”. (Foto cedida por EL CORREO GALLEGO)

 

En este siniestro no hubo víctimas humanas, pero fue preciso evacuar a los vecinos del barrio de Adormideras. Unas 300 familias pasaron la noche fuera de sus hogares, mientras me tocaba convivir con la noticia en compañía de la Unidad Móvil de Radio Coruña Ser. Fueron 36 horas de trabajo continuo y que se hicieron interminables. 

 


      

El humo era visible desde toda la ciuda, (Fotos  cedidas por EL CORREO GALLEGO)

 

Unos días después, cuando las aguas de la noticia se calmaron un poco, el director de la emisora se reúne conmigo para analizar el trabajo realizado. Siempre que el director llamaba a alguien al despacho no era para nada bueno. Esa era una costumbre generalizada, por lo que ya estaba preparado para escuchar algo malo. Lo bueno era que, desde hacía tiempo, me había dado cuenta de que no era santo de su devoción y que en su mente frívola y casquivana fermentaba el deseo de despedirme. Por ello, decidí pensar en mi futuro profesional fuera de la emisora y comencé a preparar la consolidación de dos empresas de comunicación, Candame Publicidad y Guca Comunicación,  con el fin de tener una continuidad profesional en el momento en que se produjese el cese.

Me acordé de José María García, con quien trabajé en Hora 25, que siempre manifestó que se fue de la SER cinco minutos antes de que lo echasen. Yo ya había decidido irme cinco minutos después de que me despidieran y con el finiquito en el bolsillo.

 

Con José María García tras la final del Campeonato de España de Fútbol Sala celebrado en el Palacio de los Deportes de Riazor

 

Llevaba casi un año esperando el momento y no se producía. El primer indicio de que yo no estaba equivocado lo percibí en el mes de septiembre, recién incorporado de las vacaciones estivales cuando con gran frialdad me recibió con un rotundo "no se te ha echado de menos".

En ese momento pensé que mi despido estaba ya cerca, llegué a creer que lo haría en octubre, bien por mi onomástica o por mi cumpleaños, era tan cruel que buscaba las fechas señaladas como un regalo perverso. En estas fechas ya tenía mis proyectos de futuro en marcha y bien encarrilados, a los que dediqué mi tiempo vacacional. Con ellos en marcha esperaba paciente a que llegara el día. Fuero meses largos en la espera e intensos en el trabajo dividido entre la emisora y mi futuro profesional.

La intuición del despido era fácil de comprender, ya que con su llegada al poder se le veía muy clarito su deseo de romper con el pasado de su antecesora y colocar los peones que se dedicaban a dar por buenas todas sus decisiones aunque no fueran las más oportunas a la realidad laboral del momento. Era pan para hoy y hambre para mañana.

La vieja guardia fue desapareciendo con agilidad. Primero la jefa de programas, después la de contenidos, posteriormente el jefe de informativos, por lo que yo ya estaba preparado porque llegaba mi turno, y así fue.

Cuando el director me llamó al despacho yo ya tenía estudiada, preparada y bien consultada la indemnización máxima que me correspondía por despido improcedente, por lo que me presenté muy tranquilo ante el panorama que se avecinaba.

Situado uno en frente del otro, abrió un bloc y con un bolígrafo se puso a hacer círculos sobre una hoja en blanco. Sin levantar la vista me dijo:

 - Me dice el director general de la SER que te felicite por la información realizada del siniestro del Mar Egeo. Yo también quiero felicitarte por el trabajo bien hecho y premiarte con una gratificación económica que se incluye en la nomina de este mes y que te despido.

Lo expresó todo de golpe, haciendo círculos sobre la hoja del bloc y sin mirarme a la cara en ningún momento. No me sorprendió su actitud, por esperada, y le comenté:

 - No me encajan felicitaciones y gratificaciones económicas por el trabajo bien hecho y el despido.

 Y sin mirarme a la cara me respondió:

 - Puedo despedirte por reducción de plantilla, pero si lo hago así la Xunta de Galicia no me permite contratar personal durante un año, por lo que te pagaré la indemnización máxima que marca la ley.

 Al preguntarle cual era la máxima, coincidió con el cálculo que yo ya tenía estudiado y sin pensármelo dos veces le lancé: 

 - En vista de que no te interesa mi continuidad en la empresa, cuando quieras firmamos.

 Dicho esto, le di los buenos días, me levanté y abandoné su despacho.

Tres días después firmamos el finiquito en la Smac y me dispuse a emprender una nueva vida competitiva que me ha dado infinidad de satisfacciones profesionales.


 




TÚ, YO... Y UN PELIGROSO IDEAL GALLEGO

Lola Roel, periodista y escritora

 

¿Y dónde dice que trabajó?

En  Madrid, en el periódico Informaciones.

Ya. Pues comprobará que El Ideal Gallego  es diferente. Aquí hacemos periodismo de acción.

Esas fueron las primeras palabras que intercambié con Ángel Padín, entonces director de El Ideal Gallego. Hacía un par de meses que me había trasladado a Coruña con la familia y estaba impaciente por volver al trabajo. Y aunque desconocía el sentido exacto de ese mensaje encriptado,  las óptimas condiciones de las instalaciones y el barullo que se vivía en la redacción resultaban muy satisfactorios. Después de las pertinentes presentaciones a una parte de la plantilla, pues el resto de compañeros miraban abducidos las pantallas de sus ordenadores, Basilio, el redactor jefe, me instruyó sobre la naturaleza del trabajo que iba a desarrollar,  utilizando para ello el  mismo lema motivador: ¿preparada para entrar en acción? Lo cierto es que empezaba a plantearme si el entrenamiento de cinco años en la Universidad Complutense, las carreras diarias por el parque con mis dos hijos y la lucha encarnizada por coger un asiento en el Metro serían suficiente  para lo que me iba enfrentar. Tras unos segundos de incertidumbre, las dudas se despejaron. El autor del milagro no era otro que Juan, un veinteañero imberbe que, con absoluta seguridad y sobradas dotes de autoridad, me encomendaba la titánica tarea de preparar tres ¡¡¡TRES!!! páginas. Desencajada y presa de un sudor avinagrado, propio de la crucifixión que a punto estaba de infringírseme,  le pregunté: ¡¿para hoy?!

Y así fue cómo me introduje en el periodismo de acción. Las palabras, de las que  hasta ese momento me había servido para exhibir mi supuesto talento periodístico, se tornaron simple y directa munición con la que responder a la diligencia que se me exigía. En apenas una semana cubrí dos manifestaciones del pequeño comercio en contra de la implantación de El Corte Inglés y Carrefour en la ciudad, mantuve entrevistas con Fraga y López Albor, realicé un reportaje sobre la cesta de la compra, escribí un panegírico sobre los electrodomésticos de gama blanca y hasta me atreví con un bando a Paco Vázquez  (Usted primero señor Alcalde), en el que advertía a éste de la ausencia de baños públicos y le cedía, amablemente, la vez en caso de que le diera el apretón.

En fin, en una semana aprendí todo lo que un periodista de raza debe saber: que la noticia no espera y que el tiempo es un enemigo a combatir. Y si para ello hay que pisar barro, comer mierda y sudar frío... ¡¡¡Hagámoslo!!! Eso sí, con inmediatez y  un buen titular.  Lo cierto es que esos días en El Ideal Gallego fueron gloriosos. Unos y otros nos jaleábamos con el único fin de demostrar cuánto se puede "hinchar el perro" si la publicidad escasea o como de escueta y raquítica llega a ser la elocuencia de un entrevistado si el oportunismo político lo recomienda. Tú Francisco lo viviste en primera persona, pues si hay un frente donde la audacia y la perseverancia persisten contra viento y marea es la sección de Local. Y como en toda guerra, en este caso informativa, tu presencia respondía a la necesidad de reforzar la plantilla, exhausta de tanto batallar. ¡Y vaya si se notó! Montado en la unidad móvil  de Radio Coruña cubrías barrios  y acontecimientos con la visión panorámica que proporciona elevar los pies del suelo, mirada que por la tarde plasmabas en las páginas del periódico.

Pero en ese loco devenir había un lugar único e irremplazable en el que siempre reinaba la alegría y el compañerismo, y  por el que me sentía especialmente atraída. Ese lugar era la sección de Deportes, al frente de la cual estaba el socarrón e inolvidable Manuel Hernández, y de cuya plantilla también formabas parte tú, querido Francisco. Te recuerdo inquieto y dispuesto al sobresalto, seguramente porque ya sabías que los goles mejor meterlos que recibirlos. Vuestros gritos y bromas inundaban la redacción de optimismo y buen rollo. Y lo días de partido, en el despacho del director,  tortilla y calamares, venidos directamente de la cocina de Casa Juana. ¡Eso sí que era periodismo de acción!, pues había que ver la prisa que nos dábamos todos en coger el mejor aro del sabroso cefalópodo y el trozo más jugoso del plato nacional. Ya ves hasta dónde llega la deformación profesional que hasta la gastronomía tiene sección en este artículo.

Hay épocas de la vida que no debían acabar, pero tú y yo tuvimos la suerte de vivir aquellos peligrosos años en El Ideal Gallego.

Lola Roel

 

Conocí a Ángel Padín cuando ejercía de redactor jefe de La Voz de Galicia y forjamos una buena amistad, así como una buena colaboración profesional. Cuando asumió la dirección de El Ideal Gallego pensó en mí para reforzar la información en la sección de local. En ese encuentro tuvimos una conversación corta,  fluida y entremezclada entre mi temor a no dar la talla y sus  deseos de contar conmigo.

- Ángel, sabes que soy hombre de radio y nunca trabajé en un periódico.

- Igual que hablas escribes. Me respondió.

La verdad es que me hacía ilusión experimentar en el periodismo escrito, que le iba a dar más acción a mi vida profesional diaria. Así me embarqué en una nueva aventura informativa, en la que tenía que transformar la palabra en escritura.

Fue aquí, en El Ideal Gallego, en donde conocí a Basilio Orgaz que era el redactor jefe y que se convertía en mi nuevo jefe, con el que forjé una gran amistad que perdura con el paso del tiempo y que continuamos juntos en la Revista TODO DEPORTE Coruña, en donde es el director y yo el redactor jefe, y que forma parte de otro capítulo.

Trabajar con Basilio era tarea fácil, a pesar de la exigencia lógica del trabajo frenético de la redacción. Yo estaba acostumbrado al medio radiofónico, en donde desde la unidad móvil transmitía en Radio Coruña el acontecer diario de la ciudad a través del micrófono, y cuando acabada la transmisión finalizaba el trabajo. En la prensa escrita variaba el tema. Acabada la rueda de prensa de turno, o la transmisión de la noticia, había que trasladarse a la redacción del periódico y trascribir la noticia. Mientras en la radio mandaba la duración del tiempo, en el periódico era el espacio en la página correspondiente.

No me costó adaptarme y comencé a experimentar nuevas sensaciones en el mundo de la comunicación que enriquecían mis conocimientos y mis deseos de mejorar las sapiencias informativas desde otros estilos. Si la radio era inmediatez en la información, el periódico se convertía en la ampliación de la noticia, y requería un mayor conocimiento para el relato de los acontecimientos.

Diariamente vivía el acontecer cotidiano de la ciudad, desde la actividad política que generaba el Ayuntamiento con Paco Vázquez al frente, o la propia Xunta de Galicia con Gerardo Fernández Albor, Fernando González Laxe y Manuel Fraga Iribarne.

En febrero de 1990, Manuel Fraga convoca una rueda de 

prensa en el Hotel Riazor en la que afirma con rotundidad 

que se presenta a las elecciones autonómicas, que las va a 

ganar por goleada y que el día de la toma de posesión como 

Presidente de la Xunta de Galicia llegará a la Plaza del 

Obradoiro acompañado por dos mil gaiteros.

Rueda de prensa de Manuel Fran en el Hotel Riazor, acompañado de Romay Beccaría y Hernández Cochón

Ese mismo día, los acaldes del Partido Popular de la provincia lo homenajeaban con una cena en el Mesón de Pastoriza. Esa noche fría de febrero acudo a dicha cena en representación de El Ideal Gallego. Previamente había dejado escrita la entrevista de las cinco de la tarde y allí estaba preparado para ver si en su discurso decía algo nuevo. Pensando en el cierre de redacción, me acerqué a la presidencia y le digo:

- Señor Fraga, ¿en su alocución va a decir algo que no haya dicho por la tarde?

- Los discursos se escucha y luego se analizan. Me soltó de forma concreta y concisa.

Yo le contesté que era para añadir a la información de la tarde, y que como mi presencia en la cena era como periodista, le deseé buen provecho y marche.

No le di más importancia al tema. Al día siguiente, Olga Cristina Viaño me preguntó que me había pasado con Fraga la noche anterior. Me quedé sorprendido por la pregunta y me comentó que la había llamado para preguntarle por mi y que quería hablar conmigo. Alucinaba por colores porque me citó en su chalet Perbes.

Creí que sería para concederme una entrevista exclusiva, pero me dejó con las ganas. Me recriminó mi actitud de la noche anterior, pero lo hizo con cariño manifestándome que en la vida nadie le había hablado así. De golpe me preguntó por qué siempre que me dirigía a él le decía "señor Fraga" (todo el mundo le llamaba Don Manuel) le respondí que yo hablaba de Paco Vázquez, Felipe González, Fernando González Laxe... y que como todos le decía de Don, para ser diferente le trataba de Señor. No me llamó atrevido, pero me insinuó que había sido algo imprudente. La conversación transcurrió con normalidad y en la despedida cogió una botella de licor de guindas de sus parras, firmó la etiqueta y me la regaló. La noche que fue elegido presidente de la Xunta de Galicia la abrí y brindé, simplemente por mi futuro.

A partir de ese día me di cuenta que mi forma de ser no 

casaba bien con el ambiente  político y comencé a pensar en 

nuevas experiencias.   

 

 

 


  DxT Campeón: vivir para contarlo

 

Doda Vázquez, periodista.

Presidenta de la Asociación de la Prensa de la Coruña

 

Una aventura de unos pocos locos. Así definiría el comienzo de aquel proyecto que se llamó primero "DxT" y, un poco más tarde, llevaría el apellido de "Campeón". Montar un periódico siempre es una mezcla perfecta de locura, inconsciencia y, sobre todo, ganas, muchas ganas de lo que mueve el periodismo: vivir para poder contarlo. Cuando yo llegué, allá por enero de 1996, la criatura apenas tenía un mes, pero gozaba de buena salud y daba muestras de querer crecer y salir adelante.

El proyecto surgió de la colaboración de Bieito Rubido y Ángel Hervada y el primer número estaba en la calle el 19 de diciembre de 1995. Con su errata, como no podía ser de otra manera, pero con todo el trabajo y la ilusión detrás de la que sería una gran cantera de periodistas.

Al frente de todos ellos, estaba César Casal, que en aquel entonces era uno de los directores de periódico más jóvenes de España, y que más tarde regresaría a La Voz de Galicia para ser subdirector. En aquella primera redacción, más mixta de lo que cabría esperar, encontré compañeros como Luis de la Cruz, hoy delegado de As en Galicia; Alberto Mahía, redactor de La Voz; Carlos Alberto Sánchez Pontón, José Antonio Fraga o Alfonso Hermida, que serían destacados profesionales en la TVG, o Antonio Sangiao, que sería director de "Meta", un intento voluntarioso pero finalmente fallido de formar la competencia de aquel primer diario deportivo de Galicia. 

Entre las chicas, recuerdo a Yolanda Valera o Marta Arias, que acabarían colgando las botas del periodismo; Patricia Amaro, que no podía ocultar sus orígenes futbolísticos aunque quisiera, o a Silvia Carregal, compañera más tarde como jefa de Edición en Xornal y hoy en día en la agencia Ártabra. Entre tanta juventud inconsciente, había también alguna cana, como la de Francisco Gutiérrez, porque siempre viene bien alguien que ponga la experiencia y recordara a todos aquellos chavales cómo era el mundo real. 

Eran los tiempos en los que los carretes de fotos viajaban en los coches de línea y se recogían en la estación de autobuses, en los que no había móviles ni internet (las crónicas y las fichas de los partidos se enviaban por fax) y para localizar algunas fuentes era mejor llamar al bar que a casa.

Luego llegarían otras redacciones, otros directores y otras formas de trabajar. Del revelado se pasó a la imagen digital, los ordenadores se conectaron a internet, empezamos a llevar un teléfono en el bolsillo y llegaron las redes sociales. Han pasado más de veinte años desde aquellos comienzos llenos de ilusión y de muchas ganas. Esas páginas han visto pasar triunfos y ascensos y, por desgracia, también muchos descensos y derrotas. El propósito sigue siendo el mismo: contar lo que pasa en el deporte gallego y coruñés. Y eso continúa haciendo la redacción del "DxT Campeón" desde Pocomaco, con Andrés Ríos como director al frente de la nave. Sigamos navegando.

 

 

 

 


 

Mi llegada a DxT Campeón suponía la segunda experiencia en la prensa escrita y se produce a través de Bieito Rubido con la intención de que me hiciese cargo de la información del hockey sobre patines y de forma especial del Liceo H. C.

No era tarea fácil debido a los pocos medios de los que disponíamos para hacer la información. La economía no permitía grandes alardes para viajar con el equipo en sus desplazamientos a tierras catalanas, por lo que había que ingeniárselas para hacer una información veraz y ajustada a la realidad.

Llegaba al primer diario deportivo de Galicia después de cubrir la información de hockey en Radio Coruña SER. El trato que tenía tanto con los jugadores como con el técnico del Liceo era afectuoso, rápido y fluido. Era un punto de inflexión importante para buscar la fórmula idónea que me permitiera gestionar la información de los partidos disputados lejos del Palacio de los Deportes de Riazor.

La buena relación con Carlos Gil, al que nunca le vi un mal gesto con nadie, me permitió disponer de una información de primera mano. Para ello, el teléfono se convertía en mi mejor arma de trabajo. Una media hora después de finalizar el partido que el Liceo jugaba lejos de Riazor, llamaba al entrenador del Liceo para que me leyese el acta arbitral del partido correspondiente, así tenía las alineaciones, cambios, goles, tarjetas y demás incidencias acontecidas a lo largo del encuentro. Con todos estos datos se hacía fácil redactar la crónica del partido, que iba firmada por mi y Carlos P. Seijo, que no era otro que el propio Carlos Gil con un medio seudónimo. Lo explico: el técnico liceísta se llama Carlos Gil Seijo, al que señalábamos “pibe” cuando era jugador del Liceo, por lo que para despistar un poco aproveché su nombre Carlos, la P. de pibe y su segundo apellido, Seijo para firmar la crónica. Hasta hoy lo sabíamos únicamente los dos, ni siquiera los compañeros de redacción conocían esta historia.

Fueron dos años de información llena de satisfacciones, puesto que el Liceo logró dos Copas del Rey consecutivas, en 1996 y 1997, así como su segunda Recopa de Europa en el año 1996.

 

Carlos Gil en su etapa como entrenador del Liceo.

 

El Liceo disponía de una gran platilla con los porteros Ramón Canalda y Gelasio Garea, y los jugadores de campo Pueyo, Willy Duarte, Martinell, Facundo Salinas, Raúl Monserrat, Ruí Lópes, Osvaldo Díaz, Diego de Santiago, Sellas, Jesús Gende y Josep Lamas, que debutaba en la temporada 1997/98 con tan solo 16 años.

Posteriormente, muy a mi pesar, me cambiaron a la sección del Deportivo. En ese rincón de la redacción comencé una nueva etapa con dos compañeros de siempre, Carlos Alberto Sánchez Pontón y José Antonio Fraga, que alternaban sus jornadas periodísticas con la TVG. A este equipo hay que añadir a Patricia Amaro, que lleva sangre de fútbol en las venas y que ahora ejerce la comunicación en Mallorca. Al frente de la sección estaba Juan Carlos Boga, que con el paso del tiempo se convirtió en el segundo director del primer periódico deportivo gallego.

No eran buenos tiempos en el Deportivo. Las rencillas de Lendoiro con Arsenio Iglesias  llevaron al técnico de Arteixo a manifestar que a final de temporada dejaba de entrenar al Deportivo. Lendoiro, dando un golpe de efecto, anunciaba la llegada de John Benjamín Toshack como nuevo técnico, quien tendría como segundo entrenador al coruñés José Manuel Corral.

Mi trabajo consistía en contar todo lo referente al rival de turno del Deportivo. Una tarea más complicada que la del Liceo H. C., puesto que cada semana me dedicaba a buscar toda la actualidad de un equipo diferente y estar al día de las novedades que, desde la distancia suponía echar mano de los compañeros que ejercían la profesión en la ciudad correspondiente. Cuando no conocía al compañero de turno le ofrecía un intercambio de información, así, el me enviaba la actualidad del próximo rival  y yo le mandaba la información del Deportivo.

El fin de semana era distinto. Me iba al aeropuerto a recibir al conjunto visitante y entrevistaba al entrenador y algún que otro jugador. Mi primer recibimiento fue al Racing de Santander con Marcos Alonso al frente de la expedición, al que entrevisté y posó con el periódico DxT del día. Todo un logro.

 

Marcos Alonso, en su etapa de entrenador del Racing de Santander, mostrando el periódico deportivo.

La segunda visita a Riazor fue la de Jabo Irureta al frente de la Real Sociedad, una anécdota de futuro.

Los días de partido me encargaba de recoger las impresiones de los invitados en el palco presidencial y las opiniones del los jugadores sobre el partido.

No solía ir a los entrenamientos del Deportivo, era un trabajo que realizaban magníficamente José Antonio Fraga y Carlos Alberto Sánchez Pontón.  Con ellos firmé algunos reportajes sobre la actualidad blanquiazul.

Carlos Alberto Silva, en su despedida como entrenador del Deportivo, posa con parte de la redacción de Deporte Campeón.

 

De esta etapa profesional recuerdo la visita de despedida que el técnico brasileño, Carlos Alberto realizó a la redacción del periódico, desde donde lanzó su mensaje de despedida a los aficionados deportivistas.

Mi último curso en la redacción la dediqué al Fabril, en donde trabajé codo con codo con Alberto Mahía y un principiante en la profesión, Pablo Gómez Cundís; a día de hoy forman parte de la redacción de La Voz de Galicia.

Después de dos años intensos en DxT, decidí vivir nuevas experiencias al lado de mi amigo Basilio Orgaz, que merecen capítulo aparte.

 Cuando DxT salió al mercado, John BenjaminToshack era el amo del banquillo blanquiazul. La consecución de la Copa del Rey ante el Valencia con Arsenio Iglesias al frente, llevó al Deportivo a disputar la Recopa de Europa, en donde realizó una gran temporada llegando a semifinales, con el París Saint Germain (PSG).





No se puede entender

TODODEPORTE sin Franki

 

Verano de 1992. Me encuentro en Barcelona cubriendo informativamente los Juegos Olímpicos y llega la noticia de que el Deportivo ha fichado a dos estrellas del fútbol mundial, Bebeto y Mauro Silva. No dudo en pensar que ello iba a significar un vuelco en la trayectoria del equipo coruñés, la cabeza empieza a dar vueltas y llego a la conclusión de que hay que crear una revista basada en la entidad blanquiazul, aunque en la que también tuviesen cabida los otros clubes de la ciudad. Ese fue el germen de Tododeporte Coruña.

Desde hacía diez años editaba y dirigía otra publicación, Patín Sport, que compatibilizaba con el puesto de redactor jefe del periódico El Ideal Gallego. El planteamiento de esa revista era diametralmente opuesto a la que estaba runruneando en el magín. Se trataba de pasar de una publicación especializada en un solo deporte —hockey sobre patines— y que se distribuía mediante suscripción a todos los países del mundo donde se practicaba este deporte a otra que acogiese a todas las disciplinas, pero localizados geográficamente en La Coruña.

El fenómeno Patín Sport es difícil de explicar, pero había suscriptores en países como Estados Unidos, Brasil, Argentina, Australia, China…, además, lógicamente, de en Portugal e Italia, y a nivel nacional en Asturias, Madrid, Comunidad Valenciana, Canarias y, sobre todo, en Cataluña, el gran granero de lectores. Todas las federaciones internacionales y nacionales, clubes, jugadores y técnicos de las selecciones y aficionados seguían esa publicación. Para ello estábamos presentes en cuantos campeonatos de Europa y del Mundo se celebraban, además de contar con corresponsales en diferentes países que enviaban noticias de sus respectivas competiciones. Por eso estábamos en ese verano de 1992 en Barcelona, donde Argentina se proclamó campeona olímpica de hockey sobre patines y España obtuvo la medalla de plata. Aún conservo la camiseta que me regaló Roberto Roldán nada más ganar el oro en los Juegos y de Alejandro Avecilla, que hizo lo propio tras disputarse la final.

Pero volvamos a Tododeporte. Nada más llegar a La Coruña nos pusimos manos a la obra para encender el motor de la nueva publicación, y el primer fichaje fue el del querido, añorado y siempre recordado Manolo Hernández, maestro de periodistas y en aquel entonces presidente de los informadores deportivos de la ciudad, que ocupó el cargo de subdirector hasta el momento de su fallecimiento, hace ya varios años. A él le siguieron la contratación de varios colaboradores especialistas en diferentes disciplinas.

El primer número de Tododeporte Coruña recogía en portada una imagen de Bebeto y Mauro Silva, vestidos con la indumentaria del Deportivo, y jugando al baloncesto. El centrocampista actuaba de pasador y el delantero rematando, en este caso a canasta. El título era “La Coruña ya tiene su dream team”, en alusión a que en los recientemente finalizados Juegos Olímpicos de Barcelona por primera vez en la historia Estados Unidos había participado con jugadores profesionales de baloncesto, lo que se dio en llamar el Dream Team (equipo soñado). Y no nos equivocamos (Imagen 1).

Imagen 1


El 2 de octubre de 1992 la revista ya estaba en la calle y a la presentación en sociedad acudieron los máximos responsables de deportes de la Xunta, Diputación de A Coruña y Ayuntamiento, además de una amplia representación del Deportivo, con Arsenio a la cabeza, y de diferentes clubes de la ciudad (Imagen 2).


  

Z

Imagen 2

Al poco tiempo, Francisco Gutiérrez, Franki, como sólo yo le 

llamo, se incorpora al proyecto como redactor jefe, cargo que 

mantiene en la actualidad. Ya nos conocíamos por haber 

coincidido en El Ideal Gallego y sabía de su profesionalidad, 

fidelidad y capacidad de trabajo.

Juntos emprendimos un camino que aún compartimos y en el que vivimos multitud de acontecimientos y trabajos periodísticos:

- Vestimos a Bebeto de rey, para celebrar su pichichi del Campeonato liguero en la temporada 92-93, “O rei do gol” (Imagen 3).


- Salimos con los ojos húmedos de Riazor el 14 de mayo de

 1994, cuando Djukic falló ese penalti cuya transformación en

 gol habría supuesto el primer título de Liga para el Deportivo,

 y que pensábamos que nunca se presentaría otra 

oportunidad semejante, afortunadamente nos equivocábamos.

Tododeporte lo reflejó con dos tiulares: “El Depor volvió a 

hacer historia” y “La Coruña supo perder” (Imagen 4).

Imagen 4

- En 1995 el Deportivo conquistó el primer título oficial de su

 historia. Una Copa del Rey que se ganó en el Santiago 

Bernabéu en un partido recordado por el diluvio que cayó en 

el estadio, lo que provocó su suspensión. En la reanudación 

Alfredo logró el gol del triunfo al superar de cabeza a todo un 

Zubizarreta. “Campeonísimo” tituló Tododeporte en su portada

 (Imagen 5).

Imagen 5

- “Por fin cobramos la deuda histórica” figuraba en la portada

 de Tododeporte a finales de la temporada 1999-2000 cuando 

el Deportivo conquistaba el título de Liga que se le había

 resistido seis años antes. “DEPOR CAMPEÓN” lo resumía 

todo (Imagen 6).

Imagen 6

- Efectivamente la campaña 2001-2002 fue para enmarcar. El 

Depor había ganado su segunda Copa del Rey, y nada 

menos que ante el Real Madrid en su propio estadio. Lo que se denominó el Centenariazo. Además fue subcampeón de Liga, se situó entre los ocho mejores equipos de Europa y su delantero centro, Diego Tristán, obtuvo el pichichi del Campeonato liguero. Tododeporte enmarcó su portada (Imagen 7).

Imagen 7

- El Deportivo seguía haciendo historia y Tododeporte

contándolo. En la temporada 2003-2004, el club coruñés, por

 primera vez, se clasificaba para semifinales de la Champions 

League. “Barre en Europa” titulaba la publicación

 acompañando una fotografía de Andrade, uno de sus 

jugadores más emblemáticos en aquella época, lógicamente 

barriendo (Imagen 8).

Imagen 8

- Pero como no todo iban a ser éxitos. También hemos 

dejado constancia de los problemas que padeció la entidad blanquiazul y que abocaron a dos descensos a Segunda División, además del momento en que estuvo al borde de su desaparición. En 2014 apostábamos por el ascenso y finalmente se produjo (Imagen 9).

Imagen 9

En los últimos 25 años (Imagen 10) las vidas profesionales de Franki y la mía propia han corrido de forma paralela a las del Deportivo.


Imagen 10

Durante ese prolongado espacio de tiempo Franki siempre ha estado al pie del cañón, ya sea con sus certeros comentarios en su sección A media voz, o con la infinidad de entrevistas y reportajes fotográficos realizados a los jugadores de la primera plantilla blanquiazul o a las Leyendas del Deportivismo.

Tododeporte Coruña no puede entenderse sin Franki, ni su trayectoria profesional sin esta publicación.

Pero lo más importante de todo, además es amigo.

Gracias, Franki

Basilio Orgaz

Editor del Grupo Tododeporte

 

Presumo de tener un amigo de verdad y ese no es otro que Basilio Orgaz Blanco. A su lado aprendí de periodismo lo que no está en los escritos. Ver cómo dirigía con inteligencia, cariño y conocimiento aquel grupo de redactores y redactoras que día a día hacíamos la información de El Ideal Gallego no era tarea fácil. Lo difícil lo hacía factible y en el estrés propio de la última hora estaba siempre dispuesto a echar una mano para que el trabajo fuese lo más ameno posible.

Con Basilio Orgaz, en los estudios de Radio Coruña, con el primer número de TODO DEPORTE Coruña

En Todo Deporte me he sentido muy cómodo y, muchas veces más relajado de la cuenta. Presumo que nunca fallé en la veracidad de una información o en el plazo de entrega de un reportaje, pero tengo que dejar muy claro que siempre he contado con la ayuda de los compañeros y compañeras en momentos difíciles.

Para cualquier periodista es un lujo haber podido vivir en primera línea de información la época dorada del Real Club Deportivo. Su ansiado ascenso y su crecimiento deportivo para, en pocos años, codearse con la élite del fútbol mundial. Sus gestas deportivas despertaron a una ciudad que aplaudía los triunfos del Liceo y Dominicos en hockey sobre patines.

Gracias a Todo Deporte conocí a los jugadores desde una perspectiva más personal. Los reportajes realizados en sus domicilios, con sus novias, familiares y amigos, que nos permite acercar, a través de la revista, la otra cara del futbolista activo más allá del campo de fútbol. Donato, Molina, Aldana, Pandiani, Paco Jémez, Mauro Silva, Bebeto, Fran y José Ramón, Capdevila, Sergio González, Filipe Luís, Valerón y demás componentes de las distintas plantillas del Deportivo me dieron la posibilidad de poder mostrar su lado más humano. Con muchos de ellos aún mantengo un contacto cordial, relación de la cual no dudo en aprovechar ahora para poder entrevistarlos como “Leyendas del Deportivismo”.


Juan Carlos Valerón era un autentico crack, dentro y fuera del 

campo. El mago de Arguineguín, así lo apodamos debido al 

gran manejo del balón, mientras que sus compañeros de

equipo le apodaban el flaco. Era el maestro del saber estar, 

afectivo, complaciente, discreto, prudente y en las distancias 

cortas un amigo. Durante su etapa en el Deportivo le 

entrevisté en más doce ocasiones y coincidimos en diversos 

actos deportivos de la revista, agrandando, si cabe, nuestra 

amistad. Era un ganador nato, al fútbol con él no me atreví, si

 lo hice al futbolín. ¿Quién ganó? El crack, por supuesto.

Valerón era un crack dentro y fuera del campo, la sencillez personificada.

 

La revista ya superó sus 25 años de vida, en donde se 

recogen los mejores años del Deportivo y del deporte coruñés

 en general. Dos Copas del Rey, una Liga tres Supercopas de 

España son los seis títulos oficiales que lucen en las vitrinas 

del Deportivo y que he vivido en primera línea gracias a Todo 

Deporte.

Basilio ya comentó los mejores momentos del Deportivo que hemos vivido y compartido codo con codo para lo bueno y para lo malo. Y con respecto a esos episodios negros debo mencionar una terrible, la jornada del 14 de mayo de de 1994 que para todos es recordada por el penalti de Djukic. Ganar al Valencia en Riazor significaba el título de Liga para el Deportivo. El partido transcurría con normalidad, pero ni unos ni otros lograban marcar. Hasta que llegó el momento que rompería con la parálisis del marcador. Estaba a punto de finalizar el tiempo reglamentario, Nando es objeto de un penalti que parece que nadie quiere lanzar, La responsabilidad del momento era de máxima tensión, al final Djukic toma la responsabilidad y González, el portero del Valencia lo para, con su acción derroca la esperanza de los coruñeres y la ilusión desaparece del terreno de juego y de las gradas. El Deportivo había perdido el primer tren que pasaba por Riazor camino de la gloria. Una odisea que, a día de hoy, se recuerda y continúa viva en el sentimiento blanquiazul.

Un año después la venganza se sirvió en copa fría y el Depor ganó su primer título en el Bernabeu ante el mismo equipo que meses antes le había arrebatado la ilusión de ganar aquella Liga. Esa final de la Copa del Rey se disputó en dos días al suspenderse el partido con empate a uno por la gran tormenta que cayó sobre el Santiago Bernabéu e impidió el desarrollo justo y equitativo del partido. En la reanudación, cuarenta y ocho horas después, se resume el encuentro del partido al minuto en el que Alfredo se adelantó a Zubizarreta y de cabeza marcó el gol de la victoria y que supuso la primera Copa del Rey para las vitrinas deportivistas. 

No voy a repetir las crónicas de los títulos deportivistas pues 

me atañe más centrarme en alguna que otra anécdota de mi 

relación con los futbolistas. Así, puedo revelar que a Bebeto le

abrumaba el afecto que recibía desde la grada. Le gustaba 

dentro del campo, pero fuera era un hombre tímido y de 

carácter frágil, reacio a las entrevistas, ante las cuales 

cumplía aunque con desgana. Mi primera cita al astro 

brasileño me la tuve que trabajar al finalizar un partido. “Estou

 canso” me dijo para que no lo entrevistase. “So tés que falar,

 que correr xa o fiseches durante o partido”, le respondí a bote

 pronto la primera imagen que me pasó por la cabeza, y era 

cierto, al fin y al cabo ya había trabajado las piernas, yo le

 ofrecía completar el ejercicio dándole a la lengua. Se echó a 

reír y comenzamos la entrevista.


Mauro Silva era el polo opuesto. Siempre dispuesto a 

facilitarnos el trabajo. Jamás se negó a una entrevista, era 

como el comodín por si alguno fallaba. Mauro era un hombre

 cercano, pero más que nada, amigo. En una ocasión lo

 entrevisté un domingo por la tarde sentados en un banco

 cerca del estadio. Llegaban de jugar en Valencia y al día 

siguiente viajaban para un partido de Champions. Era la etapa

 gloriosa del Deportivo en Europa y se vivían unas jornadas 

frenéticas en las que se estaba casi más tiempo viajando que 

en casa. La entrevista fue muy íntima y llena de confianza con

 un Mauro Silva que hablaba casi sin preguntar. Con mi

 grabadora en funcionamiento me dejaba sorprender con 

aquello que me contaba, en cada respuesta que me daba se

 formaba en mi cabeza un titular. No salía de mi asombro por 

la confianza que me estaba demostrando, me daba la 

impresión que estaba hablando conmigo como si yo no fuera 

un periodista, sino un amigo íntimo. 

Enseguida me di cuenta de que era la mejor entrevista que había hecho a un futbolista, pero pensando en frío fui seleccionando la información, había cosas que no me parecía prudente publicar porque pertenecían a su intimidad, aún así no le interrumpí ni tampoco hice alusión a las cosas que publicaría ni a las que me guardaría para mí, quise dejarme llevar y disfrutar de conversación tan amena. Caminaba feliz con mi entrevista cuando al poco tiempo recibo una llamada en la que me dice: “Oye Francisco, esto, esto y esto que te dije, no lo publiques”. Esa llamada me provocó una sonrisa aliciente, como una autopalmadita que me di para indicarme que había sido una buena idea considerar el no difundir ciertos datos, mucho menos si el propietario de ellos me lo había pedido. Por supuesto cumplí no publicándolo y la cinta de casete (aún no existían las grabadoras digitales) la destruí por precaución y para no tener la tentación de guardarla, por si acaso el único recuerdo fehaciente de sus palabras quedará por siempre en mi memoria. Es lo mínimo que podía hacer por respeto y porque Mauro Silva nunca se mereció un gesto de ingratitud.

Viendo el fútbol desde otra perspectyiva, a través del objetivo de la cámara.

Cuando ya creía que en periodismo y comunicación había hecho de todo surgió la sorpresa. La crisis económica, que también afectó a todos los medios de comunicación obligándonos a todos a reducir gastos. Por ello, además de los textos decidí hacer las fotos correspondientes a cada información, tanto a los jugadores durante las entrevistas personales, como en los partidos a pie de campo.

Con una cámara en la mano disparo a todo lo que se pone delante. En una ocasión, Suso, el utillero del Deportivo, después de cargar la furgoneta y con disimulo se puso a hacer que dormía. Fue una bonita tentación inmortalizarlo con una foto.

Suso, el utillero del Deportivo posando para mi cámara en un momento de relax

 

En tantos años de información deportiva son infinidad la cantidad de futbolistas que pasaron por el Deportivo y, como es lógico fueron entrevistados para nuestra revista. Es imposible hablar de todos, aunque todos han dejado huella y momentos muy buenos. Con Víctor Sánchez del Amo forjé una gran amistad y, alguna que otra vez abusé de ese afecto que aún hoy nos profesamos. Sirva como ejemplo la siguiente historia. El sábado 3 de enero de 2004 en Deportivo juega en Balaidos y golea al Celta por 0-5, de esos cinco goles Víctor firmó tres. Por ser fechas muy señaladas, no viajé a Vigo, pero quería hacer la portada de la revista con Víctor como protagonista y el balón del hat-trick firmado por sus compañeros de gesta deportiva. El jugador había cambiado el número del teléfono móvil y no tenía forma de comunicarme con él. Eran las dos de la madrugada cuando emprendían viaje de regreso a la Coruña. Decido llamar a Mauro Silva y este, gentilmente, le pasa su móvil a Víctor, al que felicito y le comunico la idea de la portada. Ni un problema. A primera hora de la mañana del domingo y sin apenas tiempo para el descanso nos recibió en su domicilio oleirense e hicimos el reportaje fotográfico para la portada.

Con Víctor Sánchez del Amo en su etapa de jugador del Deportivo

Volviendo a la historia de Todo Deporte, quiero resaltar que

en el año 2014 la Federación Galega de Prensa Deportiva 

concedió el Premio Galicia de Xornalismo Deportivo en el

apartado de Prensa Escritaa Todo Deporte Coruña; un 

premio merecido por tantos años de trabajo periodístico 

esfuerzo empresarial. Al amparo de Galipress, con Basilio Orgaz al frente se editan cinco revistas deportivas, una en Vigo, otra en Lugo, siguiendo por Asturias y terminando en Bilbao. Todo un desafío empresarial de expansión, que no es fácil realizar en los tiempos actuales.

El Teatro Principal de Santiago de Compostela acogió la entrega de los premios de Xornalismo Deportivo. Que un medio escrito de ámbito local sea reconocido de esta forma supuso una gran alegría para todos los compañeros de la publicación y revitalizó, si aún cabe, nuestra ilusión de trabajo.

Con Basilio Orgaz y el premio Galicia de Xornalismo Deportivo

No soy amigo de recibir premios y menos formar parte de un jurado, siempre que pude decliné la invitación. Aunque suene atrevido, mi pensamiento me lleva a la conclusión de que los premios son pura parafernalia del entorno profesional y social de cada momento. La providencia de un jurado es el gusto y percepción de las personas que lo forman, pero la realidad me lleva a la conclusión de que el mejor premio es el reconocimiento del entorno social, reconocimiento que los lectores y seguidores de la revista Todo Deporte le han concedido en estos primeros 26 años de información deportiva.

  Nunca fui el primero pero siempre alcancé la meta Prólogo Dar la bienvenida a un nuevo libro siempre es un motivo de sat...